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viernes, 3 de enero de 2014

10. FUERA DEL ERROR DEL PENTECOSTALISMO UNICITARIO

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La deshonestidad  intelectual de los Pentecostales Unicitarios: una muestra tomada del reciente libro "Un Falso Dios Llamado Trinidad"

Los Pentecostales Unicitarios, Apostólicos o del Nombre de Jesucristo, como suelen denominarse, no dejan nunca de sorprendernos, pero no por su creatividad al atacar la doctrina de la Trinidad, sino por su insistencia en reempaquetar siempre los mismos argumentos. Recientemente hemos visto como una página oficial del movimiento ha publicado en línea el libro de Julio César Clavijo, Un Falso Dios Llamado Trinidad [1].

En el primer capítulo de la obra, titulado El Dios Trino no es el Dios de la Biblia, el autor comienza con la clásica diatriba modalista. Esta consiste en preparar al lector con el bombardeo sistemático de expresiones como, "la doctrina de la 'santísima trinidad' es una enseñanza totalmente ajena a las Sagradas Escrituras", "La 'santísima trinidad' no es el Dios de la Biblia, y por ende, no es el Dios de los verdaderos cristianos", "La 'santísima trinidad' es un dios falso, inmerso dentro de una cristiandad puramente nominal", "La Biblia no hace ninguna declaración formal sobre la teología trinitaria", y cosas por el estilo. El martilleo se prolonga por más de medio capítulo, entremezclado por supuesto con pasajes bíblicos que hacen referencia a los falsos profetas y maestros, a la importancia de sujetarse a las Escrituras y fundamentar toda enseñanza en la Biblia. 

No faltan los reclamos afirmando que ellos (los unicitarios) son los verdaderos cristianos y los únicos seguidores de las enseñanzas de Cristo. Más que un argumento, lo que el autor hace es usar el recurso psicológico de todas las sectas para ganar la atención de la mente incauta que tiende a no examinar lo que se le dice. En realidad, toda la disertación inicial del libro puede ser usada por cualquier grupo herético para justificar sus enseñanzas. Hasta los grupos más aberrantes dicen ser la única iglesia o los únicos cristianos y que sus doctrinas están basadas en la Biblia. En nuestra opinión, el autor pudo haberse ahorrado todo esto e ir directamente a los argumentos en que apoya sus ideas.

En cierto punto del Capítulo 1, el señor Clavijo expresa:

"A continuación vamos a presentar cuatro declaraciones explícitas de lo que es la trinidad, tal y como lo han hecho algunos escritores trinitarios de las ramas protestante y católica. Usted podrá apreciar que absolutamente nada de lo que ellos afirman, se encuentra de una manera explícita en las Sagradas Escrituras."


A continuación, Clavijo presenta cuatro definiciones de la doctrina de la Trinidad. La primera de ellas es una cita directa de un escrito mío, honor que me hace:

"Definición de Trinidad. Dentro de la unidad de un único Dios existen tres personas, Padre-Hijo-Espíritu Santo, y los tres comparten los mismos atributos y la misma naturaleza, por lo tanto estos tres constituyen el único Dios."


Acto seguido, Clavijo presenta tres definiciones más, para luego escribir:

"Como puede apreciarse, las anteriores definiciones explícitas de la trinidad, brillan por su ausencia en la Palabra de Dios."


¿Qué quiere decir Clavijo con esto? ¿Acaso piensa que para que lo anterior sea verdad debe estar registrado en la Biblia literalmente de esa forma? ¿Acaso pretende que Jesucristo o los apóstoles debieron haber dicho exactamente las mismas palabras, ya sea desde una barca en el Mar de Galilea o desde las instalaciones del Aerópago en Atenas?

La trampa de Clavijo consiste en exigir que las definiciones de la Trinidad aparezcan en la Biblia exactamente en la misma forma, con las mismas palabras o al menos en forma similar. Si no es así, si la doctrina de la Trinidad no aparece totalmente formada, entonces, según Clavijo, la doctrina no está en la Biblia.

Todo esto es una cortina de humo con el fin de evitar discutir si la doctrina puede o no encontrarse en el Nuevo Testamento en la etapa de su "infancia." El unicitario va a escabullirse como pueda de tratar con este planteo. Por supuesto que el objetivo final de argumentos como éste es hacerle pensar al lector que la Trinidad no está en la Biblia y que fue inventada o creada por la iglesia católica. Es la misma falacia cometida por el liberal Alvan Lamson en 1869 (autor que Clavijo va a citar de apoyo más adelante, a pesar de que Lamson era un liberal). Por supuesto que Lamson, así como los unicitarios, no tenía el menor concepto del comienzo y el desarrollo de la doctrina.

El Surgimiento y Desarrollo de la Doctrina


La Teología es el lenguaje vivo de la Iglesia. Este se profundiza y se enriquece con el paso del tiempo. La revelación progresiva encontrada en la Biblia requirió, naturalmente, una progresión de doctrina en la historia. La gente de Dios siempre buscó profundizar en lo que Dios ha revelado.

Esto significa que los formulaciones post-bíblicas de la Trinidad deben ser apreciadas como parte de la progresión histórica de la doctrina que fue revelada originalmente en el Nuevo Testamento. La formulación de la doctrina de la Trinidad es la flor que se abrió del capullo que se encuentra en la Biblia.

Como en todo proceso, tenemos un comienzo y luego el desarrollo. La Trinidad no fue una doctrina tardía, la Iglesia siempre creyó en la Trinidad. ¿Por qué lo comenzó a declarar oficialmente en el concilio de Nicea? Porque hasta ese entonces no fue necesario hacerlo oficial.

Cuando los errores se introducen, los concilios se tienen que reunir para definir las doctrinas. La persona de Cristo estaba siendo atacada en su deidad y entonces se convocó el concilio. Si un grupo de teólogos  hubiera atacado la persona de Adán, la Iglesia  hubiera respondido con una doctrina acerca de quién es Adán bíblicamente. La persona de Jesucristo fue atacada, la iglesia defendió la deidad de Cristo, y por consiguiente, la doctrina de la Trinidad comenzó a ser definida, bien sencillo.

Unos atacan la doctrina diciendo que la Trinidad no surgió hasta el Concilio de Constantinopla, en 381 d.C., otros van más adelante, hasta el credo de Atanasio. Cometen el fatal error lógico de confundir el origen de una doctrina con sus formulaciones posteriores. Algunos llegan a argumentar que la doctrina fue inventada cuando la palabra "Trinidad" se usó por primera vez. En realidad, hasta demandan que los autores del Nuevo Testamento tienen que haber usado terminología aun no desarrollada en sus días. Esto es ridículo. Es ingenuo esperar encontrar la terminología final de la formulación de la doctrina en las páginas del Nuevo Testamento.

Al decir que la doctrina de la Trinidad fue creada en cierto punto de la historia y que no existió hasta ese entonces, los enemigos del cristianismo cometen el argumento del suicidio. Paso a explicarme, para que la doctrina de la Trinidad fuera definida o formulada y defendida contra herejes que la atacaban, es obvio que la doctrina ya existía. ¡Los herejes primitivos estaban atacando algo! Estaban, obviamente, desafiando doctrinas (Trinidad, Deidad de Cristo y Espíritu Santo) que ya estaban en existencia. En otras palabras, los herejes estaban poniendo objeciones a algo que la Iglesia ya creía. El hecho de que la Iglesia defendió la Trinidad al definirla detallada y cuidadosamente a los efectos de responder a los herejes, y al desarrollar terminología nueva como parte de la defensa, prueba que la Iglesia creyó en la Trinidad desde el principio.

¿Es Jesús su propio Padre?


Es obvio que en un libro que ataca la Trinidad desde el campo modalista, no pueden faltar los antiguos argumentos que son repetidos hasta el cansancio a pesar de su inefectividad. Siempre habrá ingenuos que los acepten sin profundizar. El libro de Clavijo no es la excepción. Veamos esta cita en el Capítulo 1, donde el autor se expresa basado en la idea de que Padre, Hijo y Espíritu Santo son sólo títulos para la misma persona:

"Dios es uno, pero tiene varios títulos como son: Padre, Hijo, Espíritu Santo, el Santo de Israel, la Roca, etc. De igual manera un solo hombre puede tener varios títulos tales como amigo, padre, hijo, nieto, primo, esposo, etc., y nadie pensaría que por el hecho de tener varios títulos es que hay varias personas distintas y un solo hombre verdadero. ¿Entonces por qué forzar a las Escrituras para buscar algo que jamás se dice en ellas? Debemos amar a las Escrituras por encima de la tradición de los hombres [subrayado nuestro]."


La falla de este argumento fue sacada a luz hace muchos siglos por Tertuliano, quien básicamente la expuso de la siguiente forma. Es cierto que un hombre puede ser esposo, padre, hijo, etc., pero una cosa es SER y otra es TENER. Para ser esposo se debe tener una esposa, para ser hijo se debe tener un padre, y para ser padre se debe tener un hijo, lo que necesariamente comprende la existencia de más de una persona. En otras palabras, yo no puedo ser llamado hijo si no tengo un padre, ni puedo ser llamado padre si no tengo un hijo, ni puedo ser llamado esposo si no tengo una esposa.

Cuando razonamos propiamente queda en evidencia la debilidad de los argumentos modalistas, quienes pasan la mayor parte del tiempo atacando la doctrina de la Trinidad en lugar de analizar las contradicciones internas de su propia doctrina unicitaria. Tanta confusión marearía a la misma Alicia en el país de las maravillas.

Al querer reducir Padre, Hijo y Espíritu Santo a la categoría de títulos, los unicitarios hacen añicos el concepto bíblico de Dios y convierten a la Biblia en un libro incoherente. Jesucristo dijo: "No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios" (Juan 20:17). Si Padre fuera un título, o función, o manifestación, ¿para qué decir "Subo a mi Padre"? ¿Puede un título ir a otro título?

Por otra parte, Clavijo usa mucho espacio en gráficas, a nuestro entender, tratando de demostrar que siguiendo la lógica del trinitario las diferentes expresiones literarias para referirse a Dios en el Antiguo Testamento como la Roca, el Santo de Israel, Bendito, Altísimo, Bueno, Admirable, Consolador, Creador, Escudo, Eterno, Castillo, etc., también tendrían que ser consideradas personas dentro de la unidad de la deidad. Este intento de ridiculizar la posición trinitaria es un argumento unicitario basado en la ignorancia de la gramática.

Todas las expresiones anteriores son recursos literarios para referirse al mismo ser o persona. Algunos son adjetivos, otros son sustantivos usados metafóricamente, y la mayoría son sustantivos adjetivados donde el sustantivo es omiso o tácito. Estas expresiones denotan funciones, propiedades, o atributos de Dios. En muchos casos el adjetivo (bendito, bueno, admirable, etc.) se reviste de la fuerza del sustantivo personal  tácito (Dios) y no existe necesidad de aclarar que el adjetivo es una referencia a Dios. A nadie se le ocurriría pensar que cuando Dios es llamado de diferentes formas, el texto expresa que todas las variantes significan que se trata de diferentes personas. En cambio las referencias a Dios, Espíritu e Hijo son claramente distinguidas como sustantivos personales, denotando que sí se está hablando de diferentes personas. Los unicitarios harían bien en repasar un libro de gramática.

Las artimañas del engaño (el uso malintencionado de las citas de autores trinitarios)


Uno de los campos donde la naturaleza malintencionada de los escritores unicitarios queda más en evidencia, se relaciona con el uso de citas que ellos hacen de autores trinitarios. En este sentido, Clavijo sigue la tradición de los Testigos de Jehová, quienes se caracterizan por presentar citas fuera de contexto, o en su defecto incompletas e imprecisas. Esto lo hacen para hacer aparecer a los escritores trinitarios como rechazando la Trinidad, o hasta como individuos que dogmáticamente aceptan la doctrina aun sin apoyo bíblico. Los ejemplos a continuación sobran para denunciar la deshonestidad modalista en este aspecto.

"... es una cosa buena para examinar la revelación que Dios hizo a las personas judías en el Antiguo Testamento. Nosotros no encontraremos en él una lección de Trinidad - no hay ninguna." [Bernard, Piault. Twentieth Century Encyclopedia of Catholicism, Vol. 20, What Is The Trinity]

El lector sagaz puede darse cuenta que Clavijo está presentando una cita desprendida de su contexto, lo que conduce a pensar que el autor de la cita rechaza la Trinidad (Bernard Piault era un teólogo trinitario). Además, obsérvese que la referencia que nos da Clavijo no es realmente una referencia. Ubica la cita dentro de un tomo de enciclopedia sin proveer la página y evita dar el número de página en el libro de Piault, haciendo casi imposible poder verificar la cita.

Sumado a esto, la declaración en sí no milita contra la doctrina de la Trinidad, solamente expresa lo que todo trinitario acepta, que en el AT la doctrina no aparece definida en una fórmula que podamos poner en un pizarrón. Esto ya lo hemos explicado anteriormente y no volveremos a repetirnos.

Veamos ahora otra cita utilizada por el autor, para "probar" que aun los escritores trinitarios reconocen que no tienen apoyo escritural para la doctrina de la Trinidad:

"El Antiguo Testamento no dice explícitamente nada o de una manera implícita que hay un Dios triuno que es Padre, Hijo, y Espíritu santo. No hay ninguna evidencia de que algún escritor sagrado sospechó de la existencia de una trinidad dentro de la Deidad. Incluso, querer ver en el Antiguo Testamento, sugerencias o señales de la trinidad de personas, es ir más allá de las palabras expresadas por los escritores sagrados. Los escritores del Nuevo Testamento no dan ninguna declaración formal ni ninguna formula de la doctrina de la trinidad, no se encuentra ninguna enseñanza explícita de un Dios en tres personas divinas co-iguales. En ninguna parte nosotros encontramos cualquier doctrina trinitaria de tres personas distintas en la vida divina y activas en la misma Deidad" [Fortman, Edmund. The Triune God, pp. 6, 15]

Esta es una de las tantas citas que Clavijo le pide prestado al pasquín de los Testigos de Jehová, ¿Debería creer usted en la Trinidad? En realidad, es una especie de rompecabezas que toma secciones de diferentes páginas y los combina en orden invertido para formar el párrafo en cuestión. Note el lector que las páginas dadas por Clavijo son tan extremadamente distantes entre ellas que la maniobra de tomar cláusulas y combinarlas para formar un solo párrafo y sin puntos suspensivos para separarlas, es a lo mínimo, sospechosa, y a lo más, deshonesta.

Se trata de un "cut and paste" digno del mejor hereje. Para beneficio del lector, vamos a ver el texto inmediato del cual Clavijo extrae las declaraciones que forman el párrafo. Hemos resaltado en azul aquellos textos que fueron extraídos con mala intención para formar el texto que nos da el libro de Clavijo. Vayamos por partes:

1) El Antiguo Testamento no dice explícitamente nada o de una manera implícita que hay un Dios triuno que es Padre, Hijo, y Espíritu santo.


Ahora veamos lo que Fortman dice en la página 15, de la cual Clavijo aísla este texto (la cita de Clavijo es resaltada en azul por nosotros):

"La doctrina del Dios Triuno posee una historia asombrosa. Convencido que esta doctrina es una doctrina cristiana que se originó en la revelación divina, yo comienzo a estudiar en el registro auténtico de la revelación divina que se encuentra en los sagrados escritos del Antiguo y Nuevo Testamento. ¿Qué nos dice el Antiguo Testamento ? Nos dice que hay un Dios, un maravilloso Dios de vida, amor, justicia, poder, gloria y misterio, quien es el creador y señor de todo el universo, quien está intensament involucrado con el pequeño pueblo de Israel. Nos dice de su Palabra, Sabiduría, Espíritu, del Mesías que El enviará, de un Hijo del Hombre y el siervo sufriente que vendrá. Pero no nos dice nada explícitamente o por implicación necesaria, de un Dios Triuno que es Padre, Hijo y Espíritu Santo."

Como podemos observar, Clavijo ha omitido 114 palabras del documento para cambiar así el significado original que Fortman intentó darle a su declaración.

Veamos ahora la segunda cláusula de Fortman que Clavijo "corta y pega" en su libro:

2) No hay ninguna evidencia de que algún escritor sagrado sospechó de la existencia de una trinidad dentro de la Deidad.


A continuación mostramos Lo que Fortman dijo en su totalidad. Resaltamos en azul las palabras en la cita de Clavijo:

"Para los autores del Antiguo Testamento ... no hay ninguna evidencia de que algún escritor sagrado sospechara de la existencia de una paternidad y filiación divinas dentro de la Deidad. [...] Quizá puede decirse que algunos de estos escritos sobre la palabra y sabiduría y espíritu proveyeron un clima en el cual la pluralidad dentro de la Deidad fuera concebible para los judíos. No obstante, estos autores definitivamente nos dan las palabras que el Nuevo Testamento usa para expresar la trinidad de personas, Padre, Hijo, Verbo, Sabiduría, Espíritu. Y la forma de entender estas palabras nos ayuda a ver cómo la revelación de Dios en el Nuevo Testamento va más allá de la revelación de Dios en el Antiguo Testamento."


Como podemos apreciar, Fortman es trinitario en toda su exposición, pero la cita de Clavijo muta sus palabras para convertir sus escritos en un manifiesto antitrinitario. La deshonestidad de Clavijo llega a extremos inusitados cuando notamos que él elimina las palabras "paternidad y filiación divinas" y las reemplaza con la palabra "trinidad."

Continuamos:

3) Incluso, querer ver en el Antiguo Testamento, sugerencias o señales de la trinidad de personas, es ir más allá de las palabras expresadas por los escritores sagrados


Este es otro retazo tomado por Clavijo para formar su cobija de remiendos. En lo personal, opinamos que las palabras de Fortman no fueron las más acertadas para expresar el concepto que quiso transmitir. Pero lo que Clavijo no toma en cuenta es que lo dicho aquí por Fortman está en la misma página donde Fortman expresa que el Antiguo Testamento proveyó un "clima en el cual la pluralidad dentro de la Deidad fuera concebible para los judíos." Es obvio que el mismo autor no va a contradecirse en la misma página, ni siquiera por el uso desafortunado de algunas palabras, y si ese fuera el caso, el contexto inmediato debe corregir la impresión distorsionada.

Por último, veamos las dos cláusulas restantes de la "cita" de Clavijo:

4) Los escritores del Nuevo Testamento no dan ninguna declaración formal ni ninguna formula de la doctrina de la trinidad, no se encuentra ninguna enseñanza explícita de un Dios en tres personas divinas co-iguales. En ninguna parte nosotros encontramos cualquier doctrina trinitaria de tres personas distintas en la vida divina y activas en la misma Deidad.


El lector con discernimiento, por inferencia lógica, comprende que las palabras "formal", "fórmula" y "explícita" son clave para sobreentenderse que sí pueden existir en el texto bíblico declaraciones informales, "aformuladas" e implícitas de Dios en tres personas divinas co-iguales. Ahora, para destacar la deshonestidad intelectual de Clavijo y otros autores antitrinitarios, leamos el contexto del cual fue extirpado con bisturí este texto.

"Los escritores del Nuevo Testamento nos dicen que hay sólo un Dios, el creador y Señor del universo, quien es el Padre de Jesús. Llaman a Jesús el Hijo de Dios, Mesías, Señor, Salvador, Verbo, Sabiduría. Le asignan funciones divinas de creación, salvación, juicio. Algunas veces le llaman Dios explícitamente. Ellos no hablan tan clara y definitivamente del Espíritu Santo como lo hacen del Hijo, pero en momentos le coordinan con el Padre y el Hijo, y le sitúan en el mismo nivel con ellos en lo que tiene que ver con divinidad y personalidad. Nos dan [los escritores del Nuevo Testamento] en sus escritos un plan triádico básico y fórmulas triádicas. Ellos no hablan en términos abstractos de naturaleza, sustancia, persona, relación, circumincessio, misión, pero presentan en su propio estilo las ideas detrás de estos términos. Ellos no [nos] dan una declaración formal o fórmula de la doctrina de la Trinidad, ni una enseñanza explícita de que en Dios hay tres personas divinas co-iguales. Pero sí nos dan un trinitarismo elemental, la información de la que la doctrina del Dios Triuno puede ser formulada ... En los sinópticos y en Hechos existen trazas del patrón triádico de Padre, Hijo y Espíritu. La expresión más clara de este patrón se encuentra en la fórmula baptismal donde Mateo presenta a los tres juntos como una tríada y una unidad al mismo tiempo. Pero en ninguna parte nosotros encontramos cualquier doctrina trinitaria de tres personas distintas en la vida divina y activas en la misma Deidad."


Es evidente que cuando las citas aisladas por Clavijo son vistas en su contexto verdadero, de ninguna manera militan contra la doctrina de la Trinidad, y mucho menos carecen de apoyo bíblico. La maniobra de distorsión de Clavijo revela la verdadera naturaleza de la fuerza y la mente detrás de la doctrina unicitaria.

Otro ejemplo de los tantos que usa Clavijo en su libro para distorsionar las afirmaciones de autores trinitarios es el siguiente:

"La Trinidad es una parte importante de la doctrina cristiana tardía, está claro que el término no aparece en el Nuevo Testamento. Igualmente, el concepto desarrollado de tres compañeros iguales en la Deidad encontrada en las formulaciones de los credos tardíos no puede descubrirse claramente dentro de los confines del canon" [Bruce M. Metzger y Michael D. Coogan. Trinity, p. 782].

Anotemos de paso que la referencia de Clavijo es deficiente por ser incompleta. El autor del texto es Daniel N. Scholwalter, Metzger y Coogan son los editores, y la obra es el Oxford Companion to the Bible. Lo que Clavijo no muestra a sus lectores es el contexto de la cita. En este caso específico, las declaraciones siguientes son cruciales para delatar el engaño por parte de Clavijo. Conste que el texto a continuación es el que sigue inmediatamente a la cita del libro de Clavijo.

"Los creyentes posteriores sistematizaron las diversas referencias a Dios, Jesús, y el Espíritu, encontradas en el Nuevo Testamento, con la finalidad de luchar contras las tendencias heréticas de cómo los tres se relacionan. La elaboración del concepto de la Trinidad también sirve para defender la iglesia de las acusacions de bi o triteísmo. Debido a que los "cristianos adoraban a Jesús como un dios" (Plinio, Epístolas 967), cómo podían reclamar ser la continuación de la tradición monoteísta del Dios de Israel". Varias respuestas son sugeridas, debatidas, y rechazadas como heréticas, pero la idea de una Trinidad, un Dios subsistiendo en tres personas y una sustancia, finalmente prevaleció. Mientras que los autores del Nuevo Testamento dicen bastante sobre Dios, Jesús y el Espíritu de ellos, ningún escritor del Nuevo Testamento se expande en la relación entre los tres con los detalles que los escritores cristianos de épocas posteriores lo hicieron. La primera evidencia neotestamentaria por una fórmula está en 2 Corintios 13.13 ... Una formulación más conocida se encuentra en Mateo 28:19 .... Mateo registra un conexión especial entre Dios el Padre y Dios el Hijo, pero no llega a proclamar que Jesús es igual a Dios. Es el Evangelio de Juan el que sugiere la idea de igualdad entre Jesús y Dios .... El cuarto Evangelio comienza con la afirmación de Jesús como el Verbo y terminan con la confesión de Tomás de que Jesús es Señor y Dios..."


Una vez más, vemos cómo Clavijo trata de presentar a un autor (Scholwalter) como alguien que afirma que la Trinidad no está en el Nuevo Testamento ni siquiera en forma embrionaria. Como vemos en el texto inmediato, la realidad muestra lo contrario. Scholwalter afirma que la sustancia que es la base de la doctrina de la Trinidad, sí está en el Nuevo Testamento.

Los ejemplos anteriores son más que suficientes para demostrar la deshonestidad de la forma en que Clavijo y otros autores antitrinitarios manipulan los textos de autores ortodoxos para que éstos aparezcan como admitiendo que la Trinidad no es una doctrina bíblica. En próximos artículos seguiremos analizando otros temas abordados por el libro Un Dios Falso Llamado Trinidad.

Contestando Argumentos de los Pentecostales Unicitarios contra la Doctrina de la Trinidad Parte 1

Los Pentecostales Unicitarios, conocidos también como Pentecostales del Nombre, Sólo Jesús, Apostólicos, etc., son acérrimos enemigos de la doctrina de la Trinidad. Ellos enseñan que Dios es uno y rechazan la existencia de una pluralidad de personas en la unidad de Dios. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, son títulos que se refieren al mismo ser, a quien llaman Jesús, o en su defecto, el Padre. Reiteramos, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son sólo títulos, roles, manifestaciones, modos de actividad, o aspectos relacionales de Dios para con los hombres.
Esta doctrina, conocida también como modalismo, fue una de las primeras herejías en atacar al cristianismo de los primeros siglos. Ha resurgido como un monstruo de siete cabezas en los últimos cien años de historia. Una de sus aberraciones más destacadas es que el Hijo es solamente el nombre del cuerpo físico de Jesús. Unos le llaman el "velo de carne." Dentro del velo de carne que se llama "Hijo", habita el Padre Eterno. De acuerdo con esta teología tan singular, el Hijo no es eterno, no es divino, nació en un momento de la historia y su rol tendrá su fin en el futuro.
Los persistentes ataques de los unicitarios a la doctrina de la Trinidad, no son más que una cortina de humo o una maniobra preventiva para evitar que su propia doctrina sea examinada y criticada a la luz de la Escritura. Siguiendo la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque, muchas páginas de internet, incluyendo la de la Iglesia Pentecostal Unida, la denominación más conocida entre los unicitarios, publican innumerables trabajos denigrando la Trinidad. Uno de estos lo encontramos en http://www.ipuhispana.org/CTrinitarianismo.htm , bajo el título "Contradicciones del Trinitarismo." Este artículo fue extraído, anuncia la página, del libro La Unicidad de Dios (Tomo I) por David K. Bernard, páginas 279-282. Básicamente, contiene 26 objeciones o preguntas que se suponen ponen en aprietos al cristiano y refutan la doctrina de la Trinidad. Todo cristiano interesado seriamente en defender su fe, tarde o temprano encontrará uno o más de estos argumentos en su camino.
El trabajo a continuación tiene como finalidad el contestar estas preguntas y a la vez, defender la doctrina de la Trinidad exponiendo los errores del razonamiento unicitario, representado aquí por el teólogo más conocido de la secta, David K. Bernard (ex-miembro de la Iglesia Pentecostal Unida). Otros ya lo han hecho en el pasado, pero hemos considerado necesario elaborar nuestra propia refutación por la razón de que, hasta donde sabemos, no existe nada en español que refute las 26 preguntas - si ya existe algo, pido disculpas y espero que nuestro trabajo sea, al menos, de carácter complementario a lo ya publicado. No reclamamos decir nada exclusivo o que no se haya expresado anteriormente. Plasmamos en esta obra conceptos que hemos aprendido de un sin número de autores, tantos que sería imposible hacer una lista de nombres y recursos para dar el crédito correspondiente. Entre tanto material, es posible que haya una que otra contribución nuestra, de las cuales ya hemos perdido el rastro y no sabríamos identificar. Pero antes de refutar los argumentos en forma de preguntas que plantea Bernard, consideramos necesario introducir brevemente la doctrina unicitaria de Dios.
La doctrina unicitaria de Dios
Cuando el unicitario dice que Jesús es Dios, el concepto detrás de la frase es: Jesús es toda la Deidad. De acuerdo con su doctrina, Dios es uno y no existen posibilidades de una pluralidad de personas en su Ser [1], y esa sola persona es el Padre [2].
En la teología modalista, el Padre es el Jehová del Antiguo Testamento, cuyo nombre final por revelación progresiva, es Jesús. Jesús es el nombre del Padre, o de Dios [3].
Es ese Dios el que luego desempeña el papel del Hijo de Dios cuando se manifiesta en carne. Para los unicitarios, Jesucristo es la manifestación del Padre en la carne - el mismo Dios revestido con carne [4]. Jesucristo era Dios ya que el Padre vivía dentro de su cuerpo humano [5]. Es en ese sentido que pueden decir que "Jesús es Dios"", algo que suena perfectamente ortodoxo para el que no conoce su doctrina. Pero cuando el zapato aprieta, vamos a ver que la persona de Jesucristo no es Dios para los unicitarios:
"La Deidad de Jesucristo es el Padre - La deidad residente en Jesucristo es nada menos que el Padre. En otras palabras, el Espíritu en el Hijo es el Padre." Bernard, La Unicidad de Dios, 131.
Lo anterior significa que en la persona de Jesucristo, según los modalistas, sólo una parte de Jesucristo es Dios. Dividen por ende la sustancia en dos, la humana y la divina. Por más que traten de arreglarlo en otras declaraciones, terminan con un Jesucristo que en ninguna manera es el Teantropos bíblico, el Dios-Hombre en toda su persona.
En cuanto al Espíritu Santo, es la modalidad en la que opera Dios, o el Padre, en la actualidad. En esta ecuación aberrante, el Espíritu Santo o Espíritu Eterno es también la persona del Padre [6].
Resultado final: tanto el Padre, como el Hijo, y el Espíritu Santo son la misma persona, i.e., Dios, cuyo nombre es "Jesús.":
"Está claro que los términos Padre, Hijo, y Espíritu Santo no pueden significar tres personas, personalidades, voluntades, o seres distintos. Pueden denotar solamente diversos aspectos o papeles de un ser espiritual- el único Dios. Ellos describen las relaciones de Dios para con el hombre, no personas en una Deidad." Bernard, La Unicidad de Dios, 131.
Una variante importante en este esperpento teológico es que los nombres o títulos, Jesucristo, Jesús, Hijo de Dios, Cristo, Hijo del Hombre, pueden ser usados alternativamente para describir la carne, la humanidad, el cuerpo del Hijo [7]. Hijo de Dios es un título que los unicitarios usan mayormente para identificar la humanidad de Jesucristo - aunque cuando les conviene lo validan para describir a la humanidad y la deidad juntas en Jesucristo [8]. Este Hijo no es eterno, nació en un momento de la historia (de María), no existió en el pasado [9], y en el futuro dejará de cumplir su papel de Hijo [10].
Debido a esto, ellos determinan que no es posible hablar de un Hijo eterno, aun cuando la Biblia habla en tantos pasajes de la pre-existencia del Hijo de Dios. Explican estos pasajes, dependiendo del contexto, como si fueran proféticos o como si hubieran estado en la mente de Dios desde la eternidad. Es por ello que el Verbo es definido como un plan pre-ordenado en la mente de Dios, un pensamiento, un concepto abstracto que se hace sustancia cuando nace el Hijo. "Hijo" y las denotaciones derivadas sólo pueden ser usadas con relación a la Encarnación, o la humanidad de Dios, Jesucristo:
"El Verbo - Juan 1 enseña de una manera hermosa el concepto de Dios manifestado en la carne. En el principio era el Verbo (griego, Logos). El Verbo no era una persona aparte o un dios aparte, tal como la palabra de un hombre no es una persona aparte de él. Más bien el Verbo era el pensamiento, el plan, o la mente de Dios. El Verbo estaba con Dios en el principio y realmente era Dios mismo (Juan 1:1). La Encarnación existía en la mente deDios antes que el mundo comenzó." Bernard, La Unicidad de Dios, 63.
Con estas nociones básicas, pasamos ahora directamente a refutar las objeciones del Dr. David Bernard. Todas las preguntas a continuación que él plantea están basadas en las arenas movedizas de las falacias lógicas. Paso a demostrar.
1) ¿Tuvo Jesucristo dos padres? El Padre, es el Padre del Hijo (I Juan 1:3), pero el niño que nació de María fue engendrado por el Espíritu Santo (Mateo 1: 18, 20; Lucas 1:35). ¿Cuál de ellos es el verdadero padre? Algunos trinitarios dicen que el Espíritu Santo era meramente el agente del Padre en el proceso de la concepción - un proceso que ellos comparan a la siembra artificial.
El Dr. Bernard distorsiona aquí la doctrina de la Trinidad, así también como el lenguaje bíblico. Cuando el doctor lee "Padre" e "Hijo" su mente se transporta a un hospital de maternidad. Digo esto porque en otro lugar del mismo cuestionario, para negar la eternidad del Hijo, pregunta: "¿Quién fue la madre de Jesús en la eternidad?"
Es evidente que Bernard no conoce que "Padre" es un término que marca una relación, una comunión íntima. No significa que el Padre engendró literalmente a Jesús, eso sería doctrina mormona en su más grosera forma.
Bernard tiene razón cuando dice que los trinitarios entendemos que el Espíritu Santo fue el agente por medio del cual Cristo fue engendrado en María. Mateo 1:18 dice que "se halló que había concebido del Espíritu Santo" - heurethe en gastri echousa ek pneumatos hagiou - la preposición ek, seguida por el genitivo pneumatos (Espíritu), indica "agencia", "medio." Pero debe quedar claro que la Biblia en ningún momento dice que el Padre de Jesús fue el Espíritu Santo, como parece sugerir Bernard. La conclusión a la que nos quiere conducir Bernard es que el Padre y el Espíritu Santo son la misma persona.
Hace un tiempo argumentábamos en un debate sobre el mismo tema y decíamos lo siguiente:
Recordemos que Bernard da todas estas vueltas para negar la existencia de 3 personas y afirmar que Jesús, el Padre y el Espíritu son todos la misma persona. La falacia de Bernard es la falacia del falso dilema: ¿Quién engendró a Jesús? ¿El Espíritu Santo o el Padre? Su razonamiento va así:
  1. La Trinidad es falsa.
  2. La Biblia dice que Jesús fue engendrado del Espíritu Santo.
  3. Esto haría al Espíritu Santo el padre de Jesús.
  4. Pero la Biblia dice que el Padre engendró a Jesús.
  5. Por lo tanto el Espíritu Santo no puede ser una persona diferente al Padre. Y si no es una persona diferente, entonces es el Padre, o una manifestación del Padre, o el espíritu del Padre.
Jamás le pasaría por la cabeza a Bernard que las tres personas de la Trinidad están involucradas en el nacimiento de Jesús, de la misma forma que lo estuvieron en la Creación, en la Resurrección y en el proceso de Salvación (aspecto económico de la Trinidad).
Esto sucede porque Bernard lee la Escritura con sus presuposiciones como axiomas. "La Trinidad no existe" y "Dios no puede ser uno en un sentido y tres en otro." Su razonamiento circular o falacia del círculo vicioso consiste en afirmar en la premisa lo que quiere comprobar con la conclusión (que la Trinidad es falsa).
2) ¿Cuántos Espíritus hay? Dios Padre es Espíritu (Juan 4:24), el Señor Jesús es Espíritu (2 Corintios 3:17), y el Espíritu Santo es un Espíritu por definición. Sin embargo, hay un solo Espíritu (I Corintios 12:13; Efesios 4:4).
Bernard comete aquí la falacia de categoría. En la pregunta confunde la naturaleza ontológica de Dios de la misma forma que obvia la doble naturaleza de Cristo, a pesar de reconocer en sus libros una especie híbrida de doble naturaleza en Cristo. Muy convenientemente evita mencionar que Dios es espíritu en su esencia (los cielos de los cielos no pueden contenerlo). Seguidamente pasa a dividir la naturaleza ontológica de Dios en 3 espíritus usando una ensalada de versículos.
Se olvida, cuando plantea la pregunta, que el Hijo, de acuerdo con la Trinidad, es totalmente Dios y totalmente Hombre en una sola persona, algo que Bernard dice creer en apariencia (usa las mismas palabras para describir un concepto diferente). No existe una parte de Dios en el Hijo, toda la naturaleza de la Deidad está en Jesús (Col. 2:9).
En realidad, no existen 3 Espíritus diferentes. Dios es espíritu y no puede ser dividido en 3 partes. Dios es indivisible, incuantificable e inseparable. Esto es lo que enseña la Biblia y la doctrina de la Trinidad. Es por ello que Jesús dice que el Padre y el Hijo habitarán dentro del creyente. El Espíritu Santo también mora en el creyente, de acuerdo con otros pasajes. Es un solo Espíritu, pero he aquí la diferencia: Cuando Bernard dice "sin embargo hay un solo Espíritu", consecuente con su doctrina modalista, pretende hacernos creer que ese Espíritu es la misma persona manifestada de tres modos diferentes. Esa es la idea detrás del argumento. No obstante, el testimonio de la Escrituras establece que dentro de la Deidad existe una distinción de personas. A decir verdad, el mismo capítulo de 2da. Corintios que Bernard cita, distingue claramente la diferencia entre Cristo y el Espíritu Santo (2 Cor. 3:3).
Bernard, además, comete la falacia del monigote de paja (mal representar lo que los trinitarios creemos) y la falacia ignoratio elenchi, no conocer la posición que se refuta.
3) Si el Padre y el Hijo son personas co-iguales, ¿por qué oró Jesús al Padre? (Mateo 11:25). ¿Puede Dios orar a Dios?4) De igual modo, ¿cómo puede el Hijo saber tanto como el Padre? (Mateo 24:36; Marcos 13:32).5) Así también, ¿cómo puede ser que el Hijo no tenga poder si el Padre no se lo da? (Juan 5:19,30; 6:38).6) De igual modo, ¿qué de los otros versículos de la Escritura que indican la desigualdad entre el Hijo y el Padre? (Juan 8:42; 14:28; I Corintios 11:3).7) ¿Murió "Dios el Hijo"? La Biblia dice el Hijo murió (Romanos 5:10). Si es así, ¿puede morir Dios? ¿Puede morir una parte de Dios?
Hemos aglomerado estas 5 preguntas porque todas ellas se originan en el mismo error. Todas adolecen de cometer la falacia de categoría, o sea, no reconocer las dos naturalezas de Jesús y entender que cuando Jesús tomó forma humana, tal como lo expresa Filipenses 2:5-10, se limitó en el uso de sus atributos de Deidad - no los perdió.
Jesucristo, durante su estadía en la tierra, se subordinó totalmente al Padre. Como humano es lógico que orara al Padre, que no supiera algunas cosas, que dependiera del Padre para muchas cosas. Esto es prueba de que Jesucristo fue totalmente humano (conservando plenamente su deidad) - eso es lo que enseña la doctrina de la Trinidad. Una maravillosa prueba de que como humano pudo pagar por nuestros pecados al morir en la cruz.
Información adicional:
Falacias Categóricas: Siempre que escuchen preguntas u objeciones por este estilo:"¿Si el Hijo era Dios, quién sostuvo el universo por tres días cuando el estuvo muerto?""¿Si Dios no puede ser tentado, por qué el Hijo fue tentado?""¿Si el Hijo era Dios, a quién le oraba?""¿Como puede el Hijo ser Dios si no sabía cuando volvería?""¿Cómo puede el Hijo tener fe en Dios si él era Dios?""¿Si el Hijo era Dios, como pudo morir?"
Debemos tener presentes que estas interrogantes surgen de:
  1. La falla de no saber distinguir entre lo que se conoce en teología como el aspecto ontológico de la Trinidad y el aspecto económico, funcional o estructural de la Trinidad.
  2. No distinguir las dos naturalezas de Cristo.
  3. No distinguir las tres personas dentro de la Trinidad.
Estas fallas expresadas en preguntas se conocen con el nombre de falacias de categoría. En lógica se les conoce también como "preguntas sin sentido" (nonsensical questions).
He aquí, los aspectos de la Trinidad:
Trinidad Ontológica ("onto": ser; "logos": estudio de): También se le ha llamado la Trinidad trascendente. El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo son considerados como UNO en naturaleza, esencia o ser. Son co-iguales, co-omni, co-gloriosos, etc.
Trinidad económica, funcional o estructural: Describe al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo funcionando juntos para lograr un objetivo tal como la Creación, la Providencia o la Salvación. Cuando hablamos de la Trinidad soteriológica, por ejemplo, estamos hablando de las tres personas actuando o funcionando juntas como UNA para traer salvación a los pecadores. También se le conoce como la Trinidad inmanente.
Cuando la Trinidad está obrando para lograr algo, las tres personas dividen sus roles y responsabilidades. Aquí es donde entra la subordinación. El Hijo y el Espíritu se subordinan al Padre cuando funcionan juntos para traer salvación. El Padre es el que envía, y el Hijo y el Espíritu son los enviados a hacer Su voluntad en la tierra. Subordinación en el contexto estructural de la Trinidad, no presenta ningún problema para los trinitarios. El Padre es mayor que el Hijo en virtud de su rol de Enviador, mientras que Jesucristo es el Enviado. Que el Padre sea mayor en rango no implica lógicamente que sea mejor en naturaleza.(Basado en The Trinity: Evidence and Issues, Robert Morey)
Ahora, observemos por un momento la pregunta # 7 de Bernard: ¿Murió "Dios el Hijo"? La Biblia dice el Hijo murió (Romanos 5:10). Si es así, ¿puede morir Dios? ¿Puede morir una parte de Dios?
Esta pregunta es un claro ejemplo de otra falacia lógica cometida por Bernard. Se llama la falacia de la presuposición oculta, y la comete doblemente. La primera presuposición oculta es la idea de que Jesús es toda la Deidad. Claro que en él habita toda la Plenitud de la Deidad, pero esto es diferente a decir que Jesús es la única persona de la Deidad. Cuando Bernard pregunta, ¿Puede morir una parte Dios?, obviamente repite su error de dividir a Dios en partes.
¿Es posible decir que Dios murió por nosotros? ¡Por supuesto! Si queremos ser más específicos, podemos decir que la 2da. Persona de la Trinidad, que es Dios, murió por nosotros. Cuando los trinitarios decimos que Jesús es Dios, no estamos diciendo que Jesús es el Padre, sino que Jesús contenía en sí la naturaleza divina, la esencia divina, el pleroma (Col. 2:9).
La otra presuposición oculta es que la muerte es sinónimo de exterminación, o extinción, o aniquilación. Jesucristo poseía un espíritu humano. En Lucas 23:46 Jesús dijo: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu." En este caso "espíritu" no es una referencia al Espíritu Santo, sino a su parte humana inmaterial (alma o espíritu).
Naturalmente que su naturaleza divina también se desprendió del cuerpo junto con su espíritu humano en el momento de la muerte (thanatos). Pero esto es muy distinto a decir, como lo hace Bernard, que en el momento de la muerte de Jesucristo, el Espíritu divino (el Padre) abandonó el cuerpo.
Para finalizar, veamos la pregunta número 5: ¿Cómo puede ser que el Hijo no tenga poder si el Padre no se lo da? (Juan 5:19,30; 6:38).
Las palabras del Dr. Ron Rhodes aclaran esta aparente contradicción:
La cultura judía es importante de tener en cuenta. Entre los antiguos judíos era parte de la sabiduría común el que los hijos imitaran a sus padres. Por supuesto que los hijos judíos tenían la misma naturaleza que sus padres judíos (ambos eran humanos). De la misma forma, no obstante Juan 5:19 nos muestra a Jesús imitando al Padre, Jesús tiene la misma naturaleza del Padre (naturaleza divina). El comentarista bíblico Albert Barnes lo explica de esta forma: "Cuando se dice que Jesús no puede hacer nada por sí mismo, se expresa que tal es la unión que subsiste entre el Padre y el Hijo que el Hijo no puede hacer nada independientemente o separado del Padre .... en todas las cosas. El debe, por la necesidad de su naturaleza, actuar en acuerdo con la naturaleza y la voluntad de Dios .... No hay acción separada - no hay existencia separada; pero en acción y en ser, existe la más perfecta unidad entre El y el Padre." Nosotros pensamos que es interesante notar que en este versículo hay un reclamo velado de deidad, porque expresa llanamente que "todo lo que el Padre hace, también lo hace el hijo igualmente." El Padre es Dios. ¿Y quién aparte de Dios puede hacer las cosas que sólo Dios puede hacer? Ya que Jesús hace sólo lo que el Padre puede hacer, Jesús mismo es obviamente Dios (como el Padre lo es). El erudito bíblico Brooks Westcott, por lo tanto, declara que Jesús hace lo que el Padre hace no como mera imitación, "pero en virtud de Su igualdad de naturaleza." Por supuesto, "las cosas que Dios hace son las cosas que Jesús hace; y las cosas que Jesús hace son las cosas que Dios hace." Apología Cristiana, Vol. 3 - Núm. 4, Centro de Investigaciones Religiosas, P.O. Box 846, Montebello, CA 90640 EE. UU., 15 de octubre, 1999.
8) ¿Cómo puede haber un Hijo eterno cuando la Biblia habla del Hijo engendrado, así claramente indicando que el Hijo tuvo un comienzo? (Juan 3:16; Hebreos 1:5-6).
Esta objeción es otro argumento desde la ignorancia, a los cuales ya nos tienen acostumbrados los unicitarios. El argumento se basa en una palabra en español, y no en el significado real que le daban los autores del Nuevo Testamento. Bernard ignora los lenguajes bíblicos y piensa que la palabra "engendrado" (unigénito) significa "creado" o "nacido" en cierto momento de la historia.
La palabra que los traductores de la Biblia traducen como "engendrado" es la palabra griega monogenes (monos: único; genos: clase, tipo, género). Monogenessólo significa "único en su género." No tiene nada que ver con engendramiento o nacimiento. En Juan 1:18, 3:16 y otros pasajes, se usa la palabra monogenes y se traduce "unigénito."
La palabra sólo indica que Jesucristo es único en su género. Monogenes es claramente un término que indica la relación íntima con el Padre. Alguien ha señalado inteligentemente que si la frase de Hebreos 1:5. "Yo te he engendrado hoy", significa que Cristo no existió antes de Belén, la misma cita en Hechos 13:33 significa que Cristo no existió antes de su resurrección. ¿Para reírse, verdad? Esa es la mentalidad con la que tratamos cuando dialogamos con los Sólo Jesús.
El argumento de Bernard expresado como una pregunta tiene la finalidad de mostrarle al trinitario que el Hijo, Jesús, no es eterno. En la siguiente objeción explicamos brevemente la posición unicitaria respecto a esto. Pero a modo de introducción, digamos que Juan el Bautista tenía una idea totalmente contraria a Bernard. Juan sí supo que el Hijo era eterno. Recordemos que Juan había nacido 6 meses antes que su primo Jesús. No obstante exclamó: "El que viene después de mí es antes de mí; porque era primero que yo" (Juan 1:15). Más claro imposible, Juan el Bautista reitera el concepto en Juan 1:30, 33 y afirma, "Yo no le conocía", explicando que Dios Padre se lo reveló. La declaración de Juan el Bautista es incontrovertible, habla de la pre-existencia del Hijo de Dios.
9) Si el Hijo es eterno y si El existía cuando se hizo la creación, ¿quién era Su madre entonces? Sabemos que el Hijo nació de una mujer (Galatas 4:4).
Llamarle ridículo a este argumento es ser bastante amable. En lógica, reitero, a estos argumentos se les llama non sensicals (sin sentido). Son tan irracionales como preguntar: ¿Puede usted dibujar un círculo cuadrado? Por definición un Hijo eterno no puede tener una madre.
Corresponde aclarar que para los unicitarios el Hijo no es eterno, sino que comenzó a existir en el vientre de María. Ese Hijo, o Hijo de Hombre, o Hijo de Dios, es la manifestación en carne humana del Padre, expresa Bernard en La Unicidad de Dios, p. 283:
"El Hijo de Dios es engendrado y no es eterno. El hijo de Dios existía desde toda la eternidad como un plan en la mente de Dios. El Hijo de Dios llegó a la existencia actual (substancial) en la Encarnación, al mismo tiempo en que el Hijo fue engendrado por el Espíritu de Dios. El Verbo de Juan 1 (el Logos) no es una persona distinta, sino es el pensamiento, el plan, la actividad, o la expresión de Dios. El Verbo se expresó en carne como el Hijo de Dios."
Pero, ¿qué dice la Biblia?
¡Por supuesto que el Hijo es eterno! 1 Juan 1:1-2 dice: "Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada y la hemos visto, y testificamos y os anunciamos la vida eterna la cual estaba con el Padre y se nos manifestó)."
El pasaje dice que el Verbo o la vida eterna estaba con el Padre y se nos fue manifestada. "Vida eterna" es un eufemismo que se usa para denotar a Jesús. 1 Timoteo 3:16 dice que "Dios fue manifestado en carne." El mismo Juan dice que Jesucristo vino en carne (1 Juan 4:2; 2 Juan 7).
¿Estamos de acuerdo que el que se manifestó fue Jesucristo? Bien. Si estamos de acuerdo, tenemos que darnos cuenta que Jesucristo estaba CON el Padre antes de manifestarse en la carne.
¿Estamos de acuerdo que lo que se manifiesta es una persona, no únicamente "vida eterna"? Bien.
¿En alguna parte de la Biblia dice que el Padre se manifestó en carne? En ninguna.
Cada vez que la Biblia dice que Dios se manifestó en carne, siempre habla del Hijo de Dios, de Jesucristo, NO del Padre.
Conclusión:Lo que fue manifestado en 1 Juan 1:2 es una PERSONA. No se trata de una manifestación, o un concepto abstracto como la vida eterna (no digo que la vida eterna no exista). Tampoco era un pensamiento en la mente de Dios, algo que el Padre planeaba hacer el futuro, una profecía, una intención de Dios, como dicen los unicitarios.
Esa persona que se manifiesta o que vino al mundo ESTABA con otra persona llamada Padre antes de manifestarse.
No se puede estar CON el Padre y SER el Padre al mismo tiempo, como dicen los unicitarios.
Esto es coherente con: En el principio era el Verbo, y el Verbo era CON Dios, y el verbo era Dios.
Jesús no fue una mera manifestación. La "vida eterna" en Juan 1:2 es una persona. Si no es una persona, el Padre tampoco es una persona, porque así como Jesucristo estaba con el Padre, el Padre también estaba CON él.
"Estar con" y la presencia de sustantivos personales o individuales implica personalidad, identidad.
Para cerrar esta primera parte, digamos que la idea unicitaria de que el Padre no es una persona distinta del Hijo es, en el análisis final, UNA NEGACION DEL PADRE TANTO COMO DEL HIJO.
El Padre es simplemente una máscara que la deidad modalista se pone para representar un papel. Por lo tanto, el "Padre" adorado en las iglesias unicitarias no es el Padre trinitario o bíblico.
Tampoco el Jesucristo de los unicitarios es el Jesucristo bíblico. Este punto es muy difícil de entender porque la secta aparenta glorificar al Señor Jesús. Esto no es así. Cuando un modalista rechaza la Trinidad, está rechazando al Padre bíblico, al Hijo bíblico y al Espíritu Santo bíblico.
Pasan, de esta forma, a predicar otro Jesús, otro Padre, y otro Espíritu.
Notas:Todas las citas a continuación pertenecen a La Unicidad de Dios, de David K. Bernard.

    1. Nunca ha existido un misterio con respecto a "personas" en la Deidad. La Biblia claramente afirma que hay un solo Dios, y esto es fácil de comprender para todos. 68
    2. El término Padre se refiere a Dios mismo - Dios en toda Su deidad. 99
    3. Jesús es la culminación de todo los nombres de Dios del Antiguo Testamento. Es el nombre más alto y exaltado que jamás ha sido revelado a la humanidad. 54- ... porque Jesús esel nombre del Padre (Juan 5:43; Hebreos 1:4), del Hijo (Mateo 1:21), y del Espíritu Santo (Juan 14:26). 135-36
    4. El [el Padre] se puso carne como un hombre se pone un abrigo. 62
    5. El Hijo de Dios no es una persona aparte en la Deidad, sino la expresión física del Dios único ... 99
    6. Cuando hablamos del Espíritu eterno de Dios, queremos decirDios mismo, el Padre. 99
    7. Usamos a Hijo para significar ... la humanidad de Jesucristo. 133- "Hijo de Dios se refiere a la humanidad de Jesucristo." 100
    8. El papel de Hijo no solo tuvo un empiezo, sino que tendrá, por lo menos en ún sentido, un fin. 106
    9. "La Biblia define al Hijo de Dios como el niño nacido de María, no como el Espíritu eterno de Dios ..." p.100."Muchos otros versículos de la Escritura revelan que solo podemos usar correctamente el término 'Hijo de Dios' cuando incluye la humanidad de Jesús." 99-100
    10. Como acabamos de declarar, "Hijo" no siempre se refiere solo a la humanidad sino a la deidad y la humanidad juntas como existen en la persona única de Cristo.
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