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sábado, 4 de enero de 2014

11. FUERA DEL ERROR DEL PENTECOSTALISMO UNICITARIO

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Contestando Argumentos de los Pentecostales Unicitarios contra la Doctrina de la Trinidad  Parte 2

Para el lector que inesperadamente avista esta segunda parte de nuestro tratamiento sobre ciertas objeciones planteadas contra la doctrina de la Trinidad provenientes del movimiento pentecostal unicitario, consideramos conveniente brindar una especie de introducción al tema. El movimiento pentecostal unicitario, conocido también con el nombre de Sólo Jesús, nombre que ellos resienten, se caracteriza por promover una doctrina sobre Dios llamada modalismo. En algunos casos, la doctrina es llamadasabelianismo, en relación a Sabelio, su mayor exponente en la antigüedad. Corresponde aclarar que la doctrina en sí, no solamente es enseñada por los pentecostales unicitarios (o apostólicos -- otro nombre popular) sino que también es avanzada en otros grupos sectarios que no están asociados o afiliados con ellos. Si el lector no está versado en el tema, es de utilidad presentar ahora una breve perspectiva sobre el movimiento en general.
¿Quiénes son los Unicitarios (Sólo Jesús o Apostólicos)?
Usted los ha visto, o quizá conoce a alguien que concurre a una iglesia apostólica. También se les conoce bajo el nombre de Pentecostales Unicitarios, Pentecostales del Nombre de Jesús, Pentecostales Apostólicos, o simplemente Sólo Jesús.
Este último apelativo está fundado en la doctrina modalista sobre la naturaleza de Dios. Ellos niegan la doctrina de la Trinidad, o sea la existencia de tres Personas en la unidad de un solo Dios, co-existentes, co-eternas y co-iguales. En su defecto, enseñan que Dios es unipersonal pero que se manifestó de tres "modos" en la historia, como Padre, como Hijo y como Espíritu Santo. Esa persona que se manifestó de tres modos se llama Jesús y por lo tanto bautizan en el nombre de Jesús solamente, en lugar de hacerlo en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Al negar la pluralidad de personas en la Deidad, los apostólicos van contra toda la enseñanza bíblica, la cual establece que Padre, Hijo y Espíritu Santo son personas distintas, no la misma y única persona. Los apóstoles regularmente comenzaban sus epístolas orando por gracia y paz para sus lectores, de Dios el Padre y del Señor Jesucristo. En Segunda de Juan, versículo 3, Juan dice que gracia, misericordia y paz vienen de "Dios el Padre y de Jesucristo, Hijo del Padre." Más claro imposible, Jesús no es el Padre --- es el Hijo del Padre.
A su vez, Jesús habló del Espíritu Santo como "otro Consolador" (Jn. 14:16) que vendría una vez que él se fuera. Aún más, Jesús dijo que él enviaría al Espíritu Santo (Jn 16:7). Cuando el Espíritu Santo viniera, él no hablaría de sí mismo sino que glorificaría a Jesús (Jn. 16:14).
Al negar la Trinidad, los apostólicos rechazan el mensaje central del Nuevo Testamento -- que Dios el Padre envió a su Hijo unigénito para que los creyentes fueran salvos (Jn. 3:16; Gál. 4:4). Por inferencia lógica, deben ser considerados definitivamente heréticos. Claro que puede haber entre ellos algunos cristianos genuinos que se encuentren confundidos debido a que la herejía modalista es una de las más confusas e internamente contradictorias en existencia.
Sumado al error garrafal del modalismo, y como prueba de que el error engendra error, los Pentecostales Unicitarios sostienen que para ser salvo uno debe ser bautizado con la fórmula específica que ellos usan (en el nombre de Jesús), la persona debe hablar en lenguas y debe mantener ciertas normas de santidad, entre las cuales se incluyen reglas en cuanto a vestimenta, corte de cabello, y la prohibición de ir al cine, ver televisión y cosas por el estilo.
Este legalismo ejerce una presión tremenda sobre los miembros de las iglesias, lo que sumado al conocido abuso de autoridad y control por parte de los pastores, produce a la larga personas y familias destrozadas.
Si usted, amigo lector, pertenece a una iglesia de éstas, le advertimos que no está en un iglesia cristiana, sino en una secta de carácter nocivo desde todo punto de vista. Usted podrá escuchar del pastor buenos consejos para usted, sus hijos y su familia, podrán utilizar la Biblia, predicarán con términos bíblicos y con apariencia de piedad, le hablarán de valores morales, de obediencia, de ser llenos del Espíritu etc., pero no significa que esto venga en el poder del Espíritu Santo. Todas esas cosas las puede enseñar un ateo, un psicólogo, una organización de gobierno, cualquiera puede hacerlo.
Pablo, instruyendo a Timoteo sobre los falsos maestros y sus doctrinas (2 Tim. 2), nos previene sobre los utensillos de oro y de plata, y otros de madera y de barro para usos viles. Dos tipos de utensillos, para honra y para deshonra. La distinción entre los verdaderos maestros de la Palabra y los falsos maestros es clarísima aquí.
Unos traen honor a Cristo. Los otros traen vergüenza. Son maestros sin valor, como la madera y el barro. No importa que tan populares sean, la madera y el barro no pasarán la prueba del fuego.
Si usted es un cristiano verdadero, y todos esos ataques contra la Trinidad, la doctrina del bautismo con la fórmula "correcta" y todo lo demás le suenan como lo que son, barro y madera, sepárese de esos falsos maestros y busque una iglesia de sana doctrina.
"Si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento de honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra." 2 Timoteo 2:21
De aquí en adelante, continuamos refutando los argumentos de David K. Bernard en su libro La Unicidad de Dios, p.p. 279-282. Las preguntas de Bernard están resaltadas en azul para facilitar la lectura.
10) ¿Renunció "Dios el Hijo" Su omnipresencia mientras que estaba en la tierra? Si es así, ¿cómo podría ser El Dios todavía?
Observe el lector la forma en que Bernard plantea la pregunta. En ella, pretende en forma subliminal, hacer creer al lector que los trinitarios creemos que Jesús fue solamente Dios y no humano al mismo tiempo. Jesús no dejó de ser Dios mientras estuvo en la tierra, sino que además de ser Dios, tomó naturaleza humana. Su encarnación no comprendió la substracción de su Deidad, sino que agregó una naturaleza adicional, la humana. El Dr. Bernard debe repasar Filipenses 2:5-11:
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
1) El texto no dice que Jesús se despojó de su Deidad, sino que en realidad se despojó de Sus derechos inherentes de Deidad y tomó forma de siervo para ser un ejemplo para nosotros.
2) El texto declara que que El era en forma de Dios o en la naturaleza de Dios, como lo expresa la Nueva Versión Internacional. Así como siendo en forma de siervo significa ser siervo por naturaleza, "forma de Dios" significa ser Dios por naturaleza.
3) La forma verbal "siendo" es un participio del tiempo presente y acarrea la idea de presente continuo, o sea de existencia continua. Este mismo pasaje afirma que un día toda rodilla se doblará y confesará que Jesús es el Señor para la gloria de Dios Padre (2 personas claramente definidas, no la misma persona como dicen los unicitarios).
Es natural, entonces, que no haya usado sus atributos en la mayor parte de su ministerio, a los efectos de cumplir su misión redentora como hombre para poder redimir a los hombres.
En un sentido, por virtud de su unión con el Padre, en su esencia siguió siendo omnipresente. Es por ello que pudo decir que "donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" Mateo 18:20. De la misma forma, cuando Natanael se acercaba a Jesús, éste dijo: "He aquí un verdadero israelitta, en quien no hay engaño." Natanael se sorprende y le pregunta a Jesús de dónde le conocía. "Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi" (Juan 1:47-48), fueron las palabras de Jesús. Vemos aquí el claro uso de su omnisciencia, la cual demanda omnipresencia al mismo tiempo.
Ahora, si la presencia de Dios Hijo en la tierra significó renunciar a su omnipresencia, la presencia de Jehová en su trono (Sal. 11:4) significa que Jehová (a quién los unicitarios identifican como el Padre) renunció a su omnipresencia también, y según el razonamiento de Bernard, también dejó de ser Dios. Muy convenientemente, Bernard se olvida, cuando plantea la pregunta, de diferenciar entre la presencia localizada y la omnipresencia de Dios, algo que sí admite en la página # 32 de La Unicidad de Dios. Claro que Bernard sólo atribuye omnipresencia al Padre, no a Jesucristo. Recordemos que cuando Bernard dice "Dios" se refiere sólo al Padre. Es algo que debemos tener en cuenta cuando leemos los materiales unicitarios.
Pero lo interesante de todo esto es que Bernard plantea la pregunta con la finalidad de enseñar que Jesucristo era omnipresente pero no en su calidad de Hijo, sino de Padre. Recordemos que el Hijo, según la teología de Bernard, es sólo un cuerpo humano habitado por el Espíritu del Padre, y es en esta retorcida doctrina que Bernard encuentra la excusa para contestar su misma pregunta pero desde la perspectiva unicitaria. Veamos lo que dice tratando de rebatir que en el bautismo de Jesús hay 3 Personas presentes (Mat. 3:16-17):
Para poder entender esta escena correctamente, debemos recordar que Dios es omnipresente. Jesús es Dios y era Dios manifestado en carne mientras que El estaba en la tierra. Él no podría sacrificar Su omnipresencia mientras que estaba en la tierra, y no lo hizo, porque eso es uno de los atributos básicos de Dios, y Dios no cambia. Por supuesto, el cuerpo físico de Jesús no era omnipresente, pero su Espíritu sí era. Además, aunque la plenitud del carácter de Dios era residente en el cuerpo de Jesús, el Espíritu omnipresente de Jesús no podía ser contenido así. Entonces, Jesús podría estar en la tierra y el cielo en el mismo tiempo (Juan 3:13) y con dos o tres de sus discípulos en cualquier momento (Mateo 18:20). La Unicidad de Dios, 169.
La mente no entrenada puede que entienda estas palabras como perfectamente ortodoxas, pero cuando analizamos cuidadosamente el discurso de Bernard, nos damos cuenta de que está hablando de dos personas en un cuerpo: la persona humana (el Hijo) y la persona divina del Padre (el Espíritu) viviendo en el cuerpo de Jesucristo -- puesto de otra forma, Jesús poseía un espíritu humano junto con un espíritu divino, dos personas habitando en un cuerpo, no de la forma que el Espíritu Santo habita hoy en el creyente, sino dos personas distintas bien definidas. Es aquí donde las doctrinas del modalismo y el nestorianismo se unen por el vértice. La doctrina nestoriana fue una herejía del 5to. Siglo propulsada por Nestorio, patriarca de Constantinopla. Avanzaba la idea de que en Jesucristo existían dos personas distintas, la divina y la humana.
Veamos lo que dice Bernard:
Hay una verdadera dualidad, pero es una distinción entre el Espíritu y la carne, y no una distinción de personas de Dios. Cuando leemos un pasaje difícil en relación con Jesús, debemos preguntar si le describe en Su papel como Dios o en Su papel como hombre, o ambos. ¿Habla El como Dios o como hombre en este caso? Recuerde que Jesús tiene una naturaleza dual como ningún otro ha tenido. La Unicidad de Dios, 168.
Vemos aquí que Bernard sutilmente suplanta o evita usar el término "persona." Lo reemplaza con los términos "Espíritu" y "carne." La desviación puede pasar desapercibida, pero llega un momento que su maniobra es delatada, especialmente cuando Bernard dice que cuando Jesús oraba, era su carne la que oraba a su Espíritu. ¿Puede una naturaleza orar a otra naturaleza? ¿No se requieren dos personas en una oración?
Es este tipo de lenguaje, al que yo llamo hablar por los dos lados de la boca, lo que le permite a los unicitarios presentar a un Jesucristo con doble personalidad. Un Jesucristo que cuando habla alguna cosa que pone en dificultades o contradice la doctrina modalista (lo que es la norma en los evangelios), se le puede acallar con la idea de que algunas veces hablaba como humano y otras como Dios. Hacen trampas como los niños.
Los trinitarios también creemos en una naturaleza dual en Cristo, pero estas dos naturalezas confluyen en una sola persona y una sola sustancia, al contrario de la naturaleza dual presentada por Bernard, la cual a los efectos prácticos, degenera en dos personas o personalidades dentro de Cristo. El Credo de Calcedonia establece claramente la naturaleza dual del Cristo bíblico:
Nosotros, entonces, siguiendo a los santos Padres, todos de común consentimiento, enseñamos a los hombres a confesar a Uno y el mismo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, el mismo perfecto en Deidad y también perfecto en humanidad; verdadero Dios y verdadero hombre, de cuerpo y alma racional; cosustancial (coesencial) con el Padre de acuerdo a la Deidad, y cosustancial con nosotros de acuerdo a la Humanidad; en todas las cosas como nosotros, sin pecado; engendrado del Padre antes de todas las edades, de acuerdo a la Deidad; y en estos postreros días, para nosotros,y por nuestra salvación, nacido de la virgen María, de acuerdo a la Humanidad; uno y el mismo, Cristo, Hijo, Señor, Unigénito, para ser reconocido en dos naturalezas, inconfundibles, incambiables, indivisibles, inseparables; por ningún medio de distinción de naturalezas desaparece por la unión, más bien es preservada la propiedad de cada naturaleza y concurrentes en una Persona y una Sustancia, no partida ni dividida en dos personas, sino uno y el mismo Hijo, y Unigénito, Dios, la Palabra, el Señor.
Por más que los unicitarios reclamen que Jesucristo era una sola persona, lo que dan con la mano derecha lo quitan con la izquierda cuando consideramos todas sus declaraciones doctrinales en conjunto.
11) Si el Hijo es eterno e inmutable (invariable), ¿cómo puede el reino del Hijo tener un fin? (I Corintios 15:24-28).
Bernard trató con esto de antagonizar la inmutabilidad eterna del Hijo de Dios contra la condición temporal del reino mesiánico establecido cuando estuvo en la tierra.
La pregunta de Bernard es otro monigote de paja. Los trinitarios NO creemos que el reino mesiánico será eterno. El reino mesiánico comenzó con el ministerio de Cristo en la tierra y fue establecido cuando Cristo se sentó a la diestra del Padre en los cielos, y terminará 1) cuando retorne en su gloria, o en su defecto, 2) al final del milenio en la tierra, dependiendo de la posición escatológica sostenida por el cristiano.
Lo cierto es que el reino tendrá un fin. Pero lo que no tendrá un fin será la posición de Cristo como Hijo. "Tu Trono, oh Dios, por el siglo del siglo" (He. 1:8), "Tú eres el mismo, y tus años no acabarán" (He. 1:12).
Pero hay mucho más escondido en la pregunta de Bernard, y para su infortunio el argumento se vuelve contra él, convirtiéndose en el argumento del suicidio o del tiro en el pie. Jesucristo dijo en Juan 5:26: "Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo (énfasis nuestro)." Este es un reclamo muy serio por parte de Jesucristo, ya que afirma que él posee uno de los atributos incomunicables de Dios, o sea que sólo son propiedad de Dios. Me refiero a la auto- existencia. Este atributo conlleva la idea de que Dios no depende de nada ni de nadie para su existencia, él es vida en sí mismo.
Nosotros los humanos no somos auto-existentes. Ninguna criatura lo es. Dependemos de mil y una cosa para venir a la vida y para seguir existiendo. Somos lo que en filosofía se conoce como seres contingentes. Pero si Jesucristo fue creado en cierto punto del tiempo, no puede ser ni auto-existente ni inmutable, como dicen los unicitarios.
El problema es que Cristo los desmiente de plano cuando afirma lo contrario. Por lógica, un ser auto- existente (que tiene vida en sí mismo) debe ser eterno. La posición unicitaria encuentra aquí una de sus más vergonzosas derrotas. Estas cosas no pueden ser explicadas con sus ridículos argumentos tales como, "Jesucristo estaba hablando desde su divinidad, o sea, el Padre viviendo dentro de él", o "el que hablaba era el Padre."
La palabra clave aquí es "incomunicable." Bernard, si alguna vez abrió un libro de teología sistemática, debe saber que los atributos incomunicables de Dios son precisamente eso, incomunicables. En otras palabras, hay atributos que son de Dios y no pueden ser transferidos o impartidos a ningún ser creado, entre ellos, la auto-existencia. Es por ello que el hecho de que el Hijo sea auto-existente implica necesariamente su eternidad.
Es obvio, a la luz de la declaración de Cristo, que él fue pre-existente como Dios Hijo antes de su concepción en el vientre de María. Ningún disparate usado por los unicitarios puede contra este argumento. Ni siquiera la forma en que describen la naturaleza dual de Cristo, la cual lo presenta como una especie de androide programado que a veces habla desde su humanidad y otras desde su divinidad, siendo ésta última, el Padre encerrado en un cascarón de carne. ¡Menudo trabajo tenía el Cristo unicitario apretando los dos botones diferentes según la ocasión!
Si frente a este argumento, el unicitario les dice que el que estaba hablando era el Padre, o que era la divinidad de Cristo hablando, es obvio que se equivoca porque el pasaje deja bien en claro que el que habla es el Hijo. Y como para ellos, el Hijo es solamente humano, es obvio, entonces, que el Padre le otorgó un atributo incomunicable de Dios a un humano, algo que sólo pertenece a Dios, y esto es imposible. Conclusión: Cristo es el Hijo de Dios desde la eternidad. Es de la misma esencia del Padre, pero no es el Padre.
12) Si al responder a las preguntas 3 a 11 decimos que solo el hijo humano de Dios era limitado en conocimiento y en poder, y que El murió, entonces ¿cómo podemos hablar de "Dios el Hijo"? ¿Hay dos Hijos?
La verdad es que ningún trinitario usa la expresión "el hijo humano de Dios." Esta es una mala representación que Bernard hace de la posición trinitaria. Para los cristianos, el Hijo fue Hijo desde la eternidad, adquiriendo una naturaleza humana en cierto punto del tiempo, y continuó siendo la misma persona, el mismo Hijo de Dios, o Dios Hijo. El fue y es el Dios-Hombre de la teología bíblica.
Una vez más, ésta es otra pregunta que ignora la doble naturaleza de Jesús, enseñada en la Biblia (Rom. 1:1-4; Rom. 9:5; Fil. 2:5-11; 1 Tim. 3:16). De acuerdo con los unicitarios, el Hijo, en su aspecto humano, no se diferencia del resto de los hombres. Tuvo un origen y tendrá un final, como ya explicamos. Pero cuando los trinitarios decimos que Jesús tenía dos naturalezas, indicamos que él era humano y divino al mismo tiempo, totalmente Dios y totalmente hombre en la misma persona.
Los cristianos, en perfecta armonía con la enseñanza judía intertestamentaria de que el Mesías era eterno, enseñamos, como lo hace el Nuevo Testamento, que Jesucristo no comenzó su existencia en el vientre de María. Por el contrario, El existió por toda la eternidad, fue pre-existente.
Por "pre-existencia" entendemos que mientras que el cuerpo de Jesús comenzó a existir en el momento de su concepción, su mente y el alma existieron antes de la concepción de su cuerpo de carne.
Jesús, es único, por lo tanto, porque fue el único hombre cuya alma pre-existió antes de su concepción en el vientre de su madre.
Mientras que los humanos comenzamos nuestra existencia en la concepción, El Hijo de Dios pre-existió antes de su entrada en el escenario terrrenal.
Bernard, al plantear esta pregunta, trata de crear una dicotomía inexistente. Primero, si bien Jesús fue humano, nunca dejó de ser Dios durante la encarnación, por ello es que podemos hablar de Dios Hijo, o "Dios el Hijo", como lo pone Bernard. Como vemos, estamos hablando de una sola persona, un solo Hijo, no dos. Esta persona es la que murió en la cruz.
Segundo, convendría recordar a Bernard lo que el Credo de Atanasio dice, estableciendo correctamente la posición bíblica y trinitaria:
"[Jesús] Quien, aunque sea Dios y Hombre, sin embargo, no es dos, sino un solo Cristo; uno, no por conversión de la Divinidad en carne, sino por la asunción de la Humanidad en Dios; uno totalmente, no por confusión de Su sustancia, sino por unidad de Persona. Pues como el alma racional y la carne es un solo hombre, así Dios y Hombre es un solo Cristo; El que padeció por nuestra salvación ... resucitó al tercer día de entre los muertos ..."
Es importante que leamos lenta y concienzudamente el texto para darnos cuenta que el que murió en la cruz, fue el mismo que fue engendrado en el vientre de María, una sola persona, un solo Cristo, una sola sustancia, Hombre total y Dios Total. No, no hay dos Hijos en la doctrina de la Trinidad, señor Bernard.
13) ¿A quién adoramos y a quién oramos? Jesús dijo que debemos adorar al Padre (Juan 4:21-24), pero Esteban oró a Jesús (Hechos 7:59-60).
Bernard pretende establecer aquí que si Esteban oró a Jesús, entonces Jesús es el Padre. Me permito recordar al Dr. Bernard que probar que Jesús es Dios no prueba que Jesús es el Padre. Además, ¿para qué perder tiempo probando que Jesús es Dios? Los trinitarios ya creemos eso.
Una vez más, Bernard distorsiona la doctrina de la Trinidad. Esta dice que Dios es un Ser y que dentro de ese Ser encontramos 3 personas. Oremos a quien le oremos o adoremos a quien adoremos de las Tres, al ser las Tres una Deidad, estamos siempre orando o adorando a toda la Deidad. Al adorar al Hijo, al mismo tiempo adoramos al Espíritu Santo y al Padre.
Dios es incuantificable e indivisible, no puede ser dividido en partes. La Trinidad no consiste en tres individuos separados donde podemos adorar a uno excluyendo a los otros. Dios es un Ser, no tres seres. Dentro de ese Ser existen tres personas distintas, pero no separadas.
14) ¿Puede haber más de tres personas en la Deidad? Ciertamente el Antiguo Testamento no enseña tres, pero enfatiza la Unicidad. Si el Nuevo Testamento agrega al mensaje del Antiguo Testamento y enseña tres personas, entonces ¿qué hay para evitar revelaciones subsiguientes de personas adicionales? De igual modo podríamos interpretar algunos versículos de la Escritura para significar seis personas adicionales (Apocalipsis 3: 1; 5:6).
Primer error de Bernard: Razonamiento circular -- Comienza con una proposición y supone que es verdad sin haberlo probado. Luego usa esa proposición no verificada para apoyar su conclusión y su conclusión para apoyar su primera proposición (o premisa). Además, es lógico que si uno comienza definiendo a Dios de forma que la Trinidad es imposible, naturalmente va a concluir que la Trinidad no es posible, 360 grados redonditos.
Segundo error: Supone que los trinitarios afirmamos que el Nuevo Testamento es el que introduce las tres personas de la Trinidad. Esto no es verdad. Para ver que los judíos no creían en un Dios unipersonal, ver nuestro trabajo "Jesucristo en el Antiguo Testamento" en la sección de Recursos Cristianos de www.IglesiaTriunfante.com y otras páginas. También se puede encontrar bajo el título "¿Es Jesús Dios en Realidad?"
Tercer error: Considerar que los simbolismos de Apocalipsis 3:1 y 5:6, así como otros, pueden ser entendidos como manifestaciones o personas de la Deidad (siete espíritus de Dios, los cuatros seres vivientes, etc.). Este recurso de Bernard es intelectualmente deshonesto. Claro que la Biblia utiliza varias figuras literarias metafóricas para referirse a Dios, pero eso no significa que éstas sean descripciones de personas adicionales en la Deidad.
Además, el lector debe notar que la pregunta de Bernard está basada en una proposición falsa, y toda conclusión derivada de una proposición falsa, es falsa. Obsérvese que Bernard dice "Ciertamente el Antiguo Testamento no enseña tres, pero enfatiza la Unicidad." La falacia de Bernard, para empezar, se conoce como la falacia obvia -- en otros casos varía y se le llama falacia cierta, evidente, etc. Esta se comete cuando la persona antecede a una proposición las palabras "Ciertamente, Obviamente, Evidentemente", etc., y luego lo que se afirma a continuación no es ni cierto, ni obvio, ni evidente.
¿Enfatiza el Antiguo Testamento la Unicidad? Si bien en un sentido existe un énfasis en el concepto de que Dios es uno, éste no está relacionado con el aspecto numérico dentro de la Deidad, sino que es acentuado como la antítesis de la pluralidad de dioses en las culturas paganas y en el aspecto de la exclusividad de Dios, único en sus atributos y naturaleza.
Los unicitarios gustan hacer hincapié en una serie de versículos y pasajes donde Dios habla usando pronombres singulares, y creen que con eso ya han refutado la doctrina de la Trinidad.
No obstante, los trinitarios no tenemos ningún problema cuando encontramos palabras singulares aplicadas a Dios porque también creemos que Dios es uno. Esto parece ser ignorado por nuestros amigos unicitarios.
Un ejemplo de nombre singular para Dios lo encontramos en Números 23:19: "Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?" En este versículo, se le aplica a Dios un nombre singular, El.
¿Nos preocupa esto a los trinitarios? ¡Claro que no! Desde que hay un solo Dios, esto no nos sorprende. Es perfectamente adecuado dentro de nuestra doctrina, que Dios hable en términos de "mí" y "yo".
Pero cuando se trata de nombres, pronombres, adjetivos y verbos plurales, es frustrante para el unicitario encontrarlos en en Antiguo Testamento. La Biblia abunda en ejemplos. Desde que Dios es multipersonal, es natural que el Antiguo Testamento contenga pasajes donde Dios habla en términos como "nosotros" y "nuestro." Nosotros sabemos que Dios es uno en un sentido y tres en otro. Esa es la doctrina de la Trinidad.
La doctrina de la Trinidad abarca tanto los plurales como los singulares. El pobre unicitario solo admite singulares, está preso es su propia concepción de Dios. No puede dejar que la Biblia hable por sí sola.
No es cierto lo que dicen acerca de que los judíos creían en un Dios unipersonal. Si los autores de la Biblia en realidad creían que Dios era solamente una persona, jamás hubieran usado en su gramática, nombres, pronombres, adjetivos y verbos en el plural. Pero eso es exactamente lo que hicieron.
¿Qué queda de los pasajes que los unicitarios mencionan? Desde el momento que usan nombres y modificadores singulares, es evidente que Dios está hablando como "uno." Es la Deidad la que está hablando.
Pero, ¿por qué ignoran los pasajes con plurales (en hebreo)? Bueno, ya todos sabemos. Porque cometen la falacia lógica de la evidencia selectiva o parcial, es decir, citan solo la evidencia que les conviene e ignoran aquellas que contradicen su doctrina.
15) ¿Hay tres Espíritus en el corazón de un Cristiano? Padre, Jesús, y el Espíritu todos moran dentro de un cristiano (Juan 14:17, 23; Romanos 8:9; Efesios 3:14-17) Pero hay un solo Espíritu (I Corintios 12:13; Efesios 4:4).
¿No habíamos visto esta película antes? Otra vez Bernard distorsiona lo que la doctrina de la Trinidad enseña específicamente. No enseña que hay 3 espíritus separados, ni tres seres separados. La Trinidad es un Espíritu, un Ser, 3 Personas dentro de ese Ser. Convendría, a estas alturas, definir la Trinidad, para información de los unicitarios:
Dentro de la unidad de un único Dios, existen 3 Personas, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Estas 3 Personas comparten la misma naturaleza y los mismos atributos. Por consiguiente, estas 3 Personas son, lógicamente, el único Dios.
16) Hay un solo trono en el cielo (Apocalipsis 4:2). ¿Quien se sienta en él? Sabemos que Jesús se sienta allí (Apocalipsis 1:8; 18; 4:8. ¿Dónde se sienta el Padre y el Espíritu Santo?
Para contestar esta pregunta es importante saber qué busca probar el Dr. Bernard -- específicamente, que Dios es una sola persona y esa persona se llama Jesús. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son solo manifestaciones de Jesús. Bernard trata de probar, por ende, que en el cielo sólo veremos a Jesús.
Apocalipsis 4:2 dice -- "... y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono UNO sentado." [énfasis nuestro]
El hecho de que el versículo diga UNO es, según el modalista, prueba irrefutable de la unicidad de Dios. Aquí es importante indicarle al modalista que la palabra UNO no está en el texto griego. Pero si estuviera, ¿sería en referencia a qué? ¿A una persona o a un Dios?
Para frustración del modalista, en el capítulo 5 de Apocalipsis, a unos pocos versos de distancia, encontramos al que estaba en el trono (Ap. 5:1) -- el Padre, según el contexto. También encontramos al Cordero, el único digno de abrir el libro, el cual se acerca al trono y toma el libro de la mano del que estaba en el trono (Ap. 5: 1-7). La identidad del Cordero es irrefutable, es Jesucristo. El punto es que hay dos personas claramente distintas en el texto. Lo mismo sucede en Ap. 21:23 y 22:3-5, donde dos personas son descritas en el texto. El modalista no tiene respuestas con sentido para estas cosas.
Analizando la pregunta de Bernard más profundamente, podemos ver que aunque conoce la doctrina trinitaria, una vez más la distorsiona para presentar su argumento. Una vez más quiere presentar la Trinidad como tres personas separadas e ignora que las tres son unidas en una misma esencia para constituir un solo Dios. De esta manera intenta confundir al trinitario.
Para una respuesta más amplia de "¿A cuántos veremos en el trono?", ver nuestro artículo titulado "La Pregunta Capciosa de los Modalistas?" .
17) Si Jesús se sienta en el trono, ¿como puede sentarse a la diestra de Dios? (Marcos 16:19). ¿Se sienta o se para a la diestra de Dios? (Hechos 7:55), o ¿está El en el seno del Padre? (Juan 1:18).
De nuevo, Bernard hace gala de su hermenéutica sectaria, la cual atenta contra el sentido común y viola toda regla de interpretación posible.
Dios no tiene una diestra ni una siniestra. El Padre es invisible (Col. 1:15; 1 Tim. 1:17; 6:16. Estar a la diestra de Dios (sentado o parado - el texto griego en Hch. 7:55 expresa "parado") significa ocupar un puesto de autoridad, de honor (Efe. 1:20-21). La diestra de Dios es también un lugar de descanso (He. 10:12) y un lugar de intercesión (Ro. 8:34). El Salmo 110:5 presenta a Jehová Padre sentado a la diestra de Jesús. En base a todo esto, las preguntas con la connotación de sentarse o pararse pierden todo sentido.
La referencia al seno del Padre es primariamente una de relación íntima con el Padre, no de ubicación. Claro que todas estas interrogantes de Bernard tienen el objetivo de que por un proceso de razonamiento erróneo, su interlocutor concluya que Jesús y el Padre son la misma persona.
Finalmente, digamos que el argumento de Bernard es el llamado argumento del suicidio porque gira 180 grados y tira por tierra la posición modalista. Al estar Jesús a la diestra del Padre, ¿cómo puede ser eso sin los dos son la misma persona?
18) ¿Está Jesús en la Deidad? o ¿está la Deidad en Jesús? Colosenses 2:9 dice que la Deidad está en Jesús.
Bernard comete aquí la falacia del falso dilema. Contrapone las dos opciones cuando en realidad no son frases opuestas sino que en un sentido, ambas son verdad, dependiendo del contexto en que se expresen.
  1. En Colosenses Pablo está corrigiendo los errores de los docetistas, una variante gnóstica.
  2. El término "pleroma" (plenitud) era usado por los gnósticos en Colosas. Naturalmente, Pablo lo usa para que ellos noten lo grave de su error. Estos maestros sostenían que un poder divino individual, una fracción del pleroma, residía en el Señor. Pablo contesta que la totalidad del pleroma habita en Jesús.
  3. La palabra "deidad" es única en todo el Nuevo Testamento. No se usa en ninguna otra parte. Significa "deidad absoluta." Esto lo confirman todos los expertos en griego. Las definiciones son por el estilo de: El estado de ser Dios, la esencia misma de Dios, deidad en sentido absoluto, todo lo que Dios es.
  4. Una vez más, debemos recordarle a Bernard que probar que Jesús es Dios no es lo mismo que probar que Jesús es el Padre.
Contestando Argumentos de los Pentecostales Unicitarios contra la Doctrina de la Trinidad Parte 3

Continuamos refutando los argumentos de David K. Bernard en su libro La Unicidad de Dios, p.p. 279-282. Las preguntas de Bernard están resaltadas en azul para facilitar la lectura.
19) A la luz de Mateo 28:19, ¿por qué siempre bautizaban los apóstoles tanto a los judíos como a los gentiles en el nombre de Jesús, aún cuando los bautizaban de nuevo? (Hechos 2:38; 8:16; 10:48; 19:5; 22:16; 1 Corintios 1:13).
Los unicitarios enseñan que el bautismo debe realizarse recitando sobre la persona bautizada, la fórmula "en el nombre de Jesús." Además, enseñan que el que no es bautizado con esa fórmula no es salvo. Como si esto fuera poco, también enseñan que ese bautismo es necesario para la salvación. Sin bautismo en el "nombre de Jesús" no hay redención de los pecados.
La pregunta de Bernard es sólo un ejemplo de la ingenuidad del modalista, o de su empecinamiento para que la Biblia diga lo que ellos quieren, o sea, que esas fueron las palabras que dijeron los apóstoles exactamente cuando bautizaban a los creyentes. Pero en realidad, en ninguna parte de la Biblia encontramos un registro de lo que los apóstoles decían o recitaban cuando bautizaban a los cristianos. Nunca encontramos algo como, "Entonces Pedro dijo: 'Yo te bautizo en el nombre de Jesús.’" Cuando el Libro de los Hechos dice que los discípulos bautizaban "en el nombre de Jesucristo", significa que aquellos que eran bautizados eran identificados como seguidores de Jesús. Los primeros cristianos predicaban y enseñaban en el nombre de Jesús. Colosenses 3:17 nos dice que los cristianos deben hacer todas las cosas en el nombre del Señor Jesús. Esto quiere decir que los cristianos deben conducirse en todo como fieles seguidores de Cristo.
Tradicionalmente, los cristianos usamos las palabras de Mateo 28:19: "bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo" - como una fórmula para el bautismo. Mateo 28:19 simplemente expresa que el bautismo representa un compromiso con el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Eso es lo que realmente le interesa a Dios - el compromiso del corazón, no una fórmula con las palabras exactas y precisas para expresarlo. Nuestros amigos unicitarios necesitan una lección de hermenéutica bíblica.
Por otra parte, los modalistas hacen gran cosa del hecho de que Mateo 28:19 habla de "un nombre", y argumentan que Padre, Hijo y Espíritu Santo son sólo títulos de la misma persona.
Para infortunio de ellos, el texto mismo de Mateo 28:19 enseña la doctrina de la Trinidad, ya que usa "el nombre" (singular) del "Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo" (plural).
Hay tres en un "nombre" (o esencia), y eso es lo que Trinidad es.
El Padre, el Hijo y el Espíritu son sustantivos "propios" ("personales" en el griego), son masculinos, y cada uno es singular. También se les clasifica como sustantivos individuales.
Cada uno es precedido por el artículo definido masculino singular "él." Esto confirma por partida doble que estamos frente a 3 personas diferentes. Los sustantivos propios se escriben siempre con letra inicial mayúscula (en español). Los traductores de la Biblia al español sabían lo que estaban haciendo.
Los modalistas, cuando usan su argumento o pregunta, ni siquiera mencionan la existencia de los artículos - y es comprensible, ya que su presencia pulveriza su teoría sobre que los 3 nombres son uno,
No existe ninguna regla gramatical que les permita a los unicitarios convertir 3 sustantivos propios o individuales en un sustantivo COMUN.
Es más, siguiendo su razonamiento, si los tres sustantivos son comunes, eso convierte a Jesús en un sustantivo común. Ridículo en realidad.
Ellos insertan su teología en el pasaje para decir que el Padre, el Hijo y el Espíritu son UN sustantivo COMUN, cuando en realidad son 3 sustantivos propios. Hasta las reglas gramaticales deben ser cambiadas para convertir el modalismo en algo viable.
La existencia de sustantivos individuales en Mateo 28:19 prueba más allá de toda duda QUE HAY TRES PERSONAS NOMBRADAS EN EL PASAJE. Esto es desvastador para el modalista.
Ahora, vayamos al griego. La regla de "Granville Sharp" revela que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son gramaticalmente considerados como personas distintas, no sólo en este pasaje sino en otros también.
La regla de Sharp dice que cuando hay 2 sustantivos individuales conectados por el copulativo "kai" (kai es en español = "y"), y el primer nombre tiene el artículo delante "el", y el segundo no lo tiene, ambos nombres describen a la misma persona. Ejemplo: Tito 2:13 (nuestro gran Dios y Salvador, una sola persona: Jesucristo).
Pero en Mateo 28:19, tanto Padre, Hijo y Espíritu Santo tienen el artículo "el" ("del" es la contracción de "de" y "el") delante de cada uno, lo que significa que son tres distintas personas. Pero la violación modalista de esta regla no es nada nuevo con ellos. Lo hacen uniformemente en todo el Nuevo Testamento.
Manotazos de ahogado
El cristiano debe estar preparado para refutar uno de los ataques más deshonestos de los unicitarios contra la autenticidad de Mateo 28:19. En su desesperación por deshacerse de la parte del versículo que derrota su teología por completo, aducen que las palabras "del Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo" fueron agregadas en algún momento de la historia para apoyar la fórmula baptismal trinitaria.
Cuál es el argumento? Se dice que Eusebio citó este versículo 18 veces antes del Concilio de Nicea (325 DC) sin hacer mención de la fórmula trinitaria. Fue a partir del Concilio de Nicea que Eusebio comenzó a incluir la fórmula trinitaria cuando citaba el versículo. Debido a esto, los unicitarios concluyen que es probable que un escriba haya agregado "en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo", reemplazando el original "en mi nombre".
¿Cómo respondemos ante tal infundado ataque? Debemos hacerlo derribando los cimientos de arena del argumento. En primer lugar, la evidencia documentaria apoya la autenticidad del versículo. Recordemos que la autoridad divina reside en el texto bíblico, no en las palabras de un "padre" de la Iglesia.
El argumento, además, comete la falacia lógica de argumentar basado en el silencio. Si bien este versículo no fue citado para apoyar la Trinidad, de ahí no se puede deducir nada, con excepción de que Eusebio nunca lo citó.
En segundo lugar, no existe evidencia documentaria para apoyar la idea de que alguien añadió algo al versículo. NO SOLAMENTE EL VERSICULO ESTA PRESENTE EN LOS MEJORES Y MAS ANTIGUOS MANUSCRITOS, SINO QUE ADEMAS ESTA PRESENTE EN MILES DE MANUSCRITOS GRIEGOS.
A continuación adapto un debate en internet con un unicitario, corto pero sustancioso. Las palabras en azul fueron dichas por el modalista. El resto son mis contestaciones. La intervención de nuestro debatiente contiene algunas faltas ortográficas que no hemos corregido.
    Razones por las que considero MT 28.19 Corrupto: Sé que lo he recalcado ad nauseum: aun no se conoce un ms o mss que contenga todo el NT y daten en el primero, segundo o incluso el tercer siglo (solo algunos fragmentos se pueden datar de fechas anteriores).
    Claro, más vale decir esto que decir la verdad de que en todos los manuscritos griegos existentes en el día de hoy (cinco mil aprox.), reitero, en todos, el versículo dice "en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo." Si puedes producir un solo manuscrito existente que diga "en mi nombre", por favor preséntalo.
    Existe una brecha de 300 años entre el Autografo de Mateo y las fuentes textuales mss que poseemos a la fecha.
    ¿Es esto un argumento? Pienso que es mejor no insistir en esto porque estás abriendo una caja de Pandora. Si lo que estás sugiriendo es que durante el tiempo transcurrido entre la autógrafa y las copias existentes en la actualidad el pasaje fue alterado, esto es equivalente a poner toda la Biblia en duda. Hasta el Antiguo Testamento cae en sospecha porque los mss que hoy tenemos datan de cientos de años luego que los originales fueron escritos. Absurdo tu planteo. Hasta tu texto favorito, Hechos 2:38, puede ponerse en duda.
    El criterio de fuentes manuscritas, en el caso de Mateo 28:19, esta satisfecho. Aparece en casi todos los textos fuente del NT que existen a la fecha. Sin embargo como apunta F.C. Conybeare: En los únicos códices donde hubiese sido incluso probable preservar una lectura antigua, a saber: el Sy Sinaiticus (Sinaiticus Siriaco) Y los más antiguos manuscritos latinos, las paginas que contenían el final de mateo no están. Conybeare, F. C. 1901. "The Eusebian Form of the Text Matth. 28, 19." Zeitschrift für die neutestamentliche Wissenschaft
    ¡Woooww! Esta sí que es un prueba contundente! Pero que le falten las últimas páginas a unos manuscritos que tienen cientos y cientos de años no nos debe sorprender. Al contrario, es lo más común. A decir verdad, lo mismo sucede con gran parte de los otros libros del Nuevo Testamento. Conclusión: Este punto tuyo es nulo.
    Eusebius de Cesarea antes de Nicea cita de manera más corta el texto de mateo 28.19 de manera tal que dice "en mi nombre" y no "en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo" Ver por ejemplo Demostratio Evangelica Col 240, p 136. En griego:

    En historia Eclesiástica III , 5,2-3 Eusebio cita Mt 28.19 de la siguiente manera: Sin embargo con el poder de Cristo, que les habia dicho: Id y haced discipulos de todas las naciones en mi nombre, dirigieron sus pasos hacia todas las naciones para enseñar el mensaje.
    Bueno, quiero darte a conocer algo que pareces no tener en tu banco de información. Cuando los autores de la antigüedad citaban pasajes de la Biblia lo hacían flexiblemente, no verbatim, palabra por palabra. ¿No sabías eso? ¿Eres tú maestro de Israel y no sabes eso? Los ejemplos abundan si te pones a leer los trabajos de los padres de la iglesia.
    Es curioso que Eusebio conozca otra forma del texto distinta a la que había citado antes después de visitar Constantinopla y atendido al concilio de Nicea. Eusebio cita en dos trabajos de carácter polémico (Contra Marcelus de Ancyra y "acerca de la Teologia de la Iglesia") el texto en la forma como lo conocemos. Otra carta escrita por el contiene el texto en la forma conocida.
    ¡Ah caramba! Parece que Eusebio sí citó correctamente el pasaje unas 3 veces. Claro que tú dices que los trabajos de Eusebio son "polémicos." ¿En qué sentido son polémicos? Te faltó aclarar. Ahora bien, el hecho de que haya citado el pasaje en su totalidad luego del Concilio de Nicea, ¿invalida las citas? Al contrario, el hecho de que cite a las 3 personas de la Trinidad en relación con Mateo 28:19 es prueba de que el verso es legítimo, ya que a esas alturas Eusebio era ya un hereje arriano con las botas puestas. Cuando un enemigo de la fe cristiana cita un pasaje que eleva la posición de Cristo (Mat. 28:19) y no aduce ninguna contaminación en el pasaje, es prueba incontrovertible de que el pasaje es genuino.
    En los escritos de Orígenes y Clemente de Alejandria tampoco citan Mateo 28.19 de la forma conocida hoy día. En los trabajos de Orígenes las citas siempre se detienen en las palabras  (de las gentes/naciones) lo que podría sugerir que el texto ha sido censurado y las palabras que contenían "en mi nombre" o "en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu santo" fueran arrancadas del texto. En Clemente de Alejandría resulta que el texto es citado de manera muy parecida a la que hoy conocemos... pero hay que aclarar que Clemente esta citando lo que ha dicho un hereje gnostico llamado Theodotus y no como una forma de los textos canonicos. ( Cf: Excerpta, cap. 76, ed. Sylb. p. 987)
    Fantástico, otra vez deseo recalcar que las citas en la antigüedad no eran exactas. Pero en el caso de un maestro como Origen, el expresar el mandamiento de "id y haced discípulos a todas las naciones" en determinado contexto, probablemente indica que la frase de esa forma cumple el cometido de expresar lo que el autor quiso en contexto. ¿De qué forma puede esto sugerir que lo que sigue en el versículo fue escrito por Origen y luego borrado por alguien? Es un misterio. Segundo, yo no sabía que no se podía citar a un hereje. ¿Cuál es la regla literaria que invalida o desprestigia una obra por citar a un hereje? Esto merece un coscorrón en la cabeza, Francisco, porque tú no podrías citar a Eusebio como lo haces.
    Justino el Martir parece hacer una cita de Mateo o al menos así piensan algunos expertos cuando dice: Dios no ha inflingido aun el juicio, sabiendo de algunos, que incluso al presente, son hechos discípulos en el nombre de cristo, y están abandonando el camino del error
    Es obvio que de todos los débiles argumentos que has presentado hasta ahora, este es el campeón de los raquíticos. ¿Por medio de cuál razonamiento lógico se puede llegar a deducir de esta frase que Justino intentó citar Mateo 28:19? ¿Quiénes son los expertos que mencionas? Además, da la impresión que te olvidas de mencionar los muchos trabajos de la antigüedad que sí citan Mateo 28:19 en su totalidad, o al menos con las tres Personas de la Trinidad incluidas:
    • Epístola de Ignacio a los Filipenses, Cap. 2 - 2do. siglo
    • Tertuliano - De bautismo, Cap. 13 - 200 DC
    • Tertuliano - Contra Praxeas, Cap. 2
    • Hipólito, en Fragmentos, Parte II, Contra las Herejías de Noeto - 200 AC
    • Cipriano - Los Siete Concilios de Cártago - 2do. siglo
    • Gregorio Taumaturgo - Confesión de Fe - 2do siglo
    • Y muchos otros
    Como he repetido Ad nauseum. No concuerda Mateo 28.19 con las siguientes citas : Lucas 24.47: Hch 2.38; 8.16; 19.5; 22.16: 1Cor 1.12-15; 6.11: Rom 6.3: Gal 3.27 Jn 14.26 donde se sigue la formula En mi/su/el nombre. [de Yeshua o Mashiakh, ver tambien Colosenses 3.17
    Aquí sí que no veo el punto. ¿Son estos textos paralelos? Para nada. El que más se aproxima a una narración paralela sería Lucas 24:47, pero sólo aparentemente. Lucas transcurre en Jerusalén, Mateo en Galilea. Lucas habla de la remisión de pecados, Mateo de discipular y bautizar a las naciones, algo diferente.
    ¿La mención de Colosenses 3:17? ¿Está el bautismo incluido en la palabra "todo"? ¿Significa que cuando estornudamos también lo hacemos en el nombre de Jesús? Querer probar con este verso que el bautismo debe hacerse con la recitación de "en el nombre de Jesús". Es absurdo.
Hasta aquí el corto debate, pero el veredicto es transparente, la posición unicitaria es absolutamente errónea.
20) ¿Quien le levantó a Jesús de la muerte? ¿El Padre (Efesios 1:20)?, o ¿Jesús (Juan 2:19-21)?, o ¿el Espíritu (Romanos 8:11)?
Esta pregunta es otro ejemplo de las varias falacias cometidas por Bernard. Como el unicitario en general no conoce a fondo la doctrina que está refutando, cae otra vez en el error de pensar en la Trinidad como en tres individuos separados e independientes (falacia del monigote de paja). La falacia de categoría se hace presente cuando no entienden el aspecto económico, funcional o estructural de la Trinidad, ya explicado en la contestación a la pregunta # 3. En este caso en particular, tenemos a las tres personas de la Trinidad actuando al unísono para llevar a cabo el milagro de la Resurrección de Jesús. La tercera falacia es la del falso dilema, o sea, demandar que una sola sea la persona que levantó a Jesús de la muerte. Es un falso dilema porque sólo le da al interlocutor una de tres opciones, cuando en realidad existe una cuarta, las 3 personas de la Trinidad involucradas en el proceso.
En relación con la resurrección de Jesús y la doctrina de la salvación, queremos analizar para el lector un aspecto de Romanos 10:9: "Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo".
De este pasaje se pueden desgranar varias proposiciones, pero a los efectos del punto que queremos establecer, sólo digamos que:
1. Jesús es el Señor2. Dios le levantó de los muertos
En estas dos proposiciones, lo dicho es verdadero o falso, no hay una tercera alternativa. Jesús es el Señor, o no es el Señor. Jesús fue resucitado corporalmente o sigue muerto.
Los autores de la Escritura no participaban en juegos mentales en los que afirmaban y negaban la misma proposición, al mismo tiempo o por separado.
Hay una segunda persona claramente mencionada en el pasaje, es Dios (en contexto, el Padre). Los autores de la Biblia creían firmemente que lo que escribieron era verdad.
Cualquier intento de explicar que no existe una segunda persona en el pasaje, raya en el delirio. Como dijo un amigo mío, para darse cuenta que el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo son tres personas distintas, sólo hace falta saber leer.
Lamentablemente, si no creemos en la segunda proposición, o sea, que Dios (el Padre, segunda Persona en la proposición) levantó de los muertos a Jesús (primera Persona de la proposición), por deducción lógica, la salvación de la persona es más que discutible.
Promover el modalismo es negar las verdades proposicionales dadas por Dios en la Escritura, es predicar otro Jesús, otro evangelio en otro "espíritu" (2 Cor. 11:4), y por ende perder la vida eterna, ya que un falso Jesús no puede salvar.
La Biblia nos habla de un Dios personal, infinito y triuno. Este Dios nos habla en la Biblia con el singular "Yo" y el plural "Nosotros", sin caer en los errores del unicitario o del politeísta.
Esta es la razón por lo cual la teología trinitaria expresada en la Escritura es de crucial importancia. Trasciende y nos libera de la dicotomía pagana de lo infinito versus lo personal y el Uno versus muchos.
La Trinidad no es el producto de la mente del hombre, las experiencias o las emociones. No es un preferencia subjetiva, sino que tiene sus raíces en la revelación especial y es única en la historia y el mundo de las ideas. Esto es prueba de que viene de Dios. La mente pagana nunca podría haber creado la doctrina de la Trinidad, está muy ocupada con el modalismo y otras yerbas.
21) Si el Hijo y el Espíritu Santo son personas coiguales en la Deidad, ¿por qué no es perdonable la blasfemia contra el Espíritu Santo, pero sí es perdonable la blasfemia contra el Hijo? (Lucas 12: 10).
Es curioso que los unicitarios usen este pasaje para atacar la Trinidad, cuando en realidad el pasaje es,en sí, una clara refutación bíblica de su propia doctrina. En este pasaje podemos ver con nitidez que el Espíritu Santo es una persona diferente a Cristo, marcando así la pluralidad de personas en la Deidad.
Pero, ¿qué es lo que Bernard quiere probar con esta pregunta? Bueno, de acuerdo con los unicitarios el Hijo es un ser creado pero no es divino en ningún modo, no pre-existió, y su rol cesará en cierto momento del futuro. El Hijo es tan solo el cuerpo de Jesús, "el velo de carne", como le llaman. El Hijo no existía antes de la encarnación. Dentro de ese cuerpo moraba el Espíritu Divino del Padre (llamado Jesús). Por más complicado que esto parezca, lo que encontramos en el análisis final de los unicitarios es que Jesucristo no es Dios. Esta es la reina de las herejías dentro del sistema herético global unicitario. Un escritor unicitario escribe, por ejempo: "Dios no murió en la cruz, ni ninguna persona divina eterna ofreció la sangre de su cuerpo divino eterno. Como el Hijo de Dios, Jesús ofreció Su propio cuerpo humano y Su propia sangre humana a Dios." (Did Jesus Pray to Himself ? by J.L. Hall)
Una vez que sabemos esto, podemos darnos cuenta que Bernard trata de enfatizar la superioridad del Espíritu Santo, al que los modalistas reconocen como el Padre [1], sobre el Hijo, de quien ya hemos visto que no es divino, según su propio sistema teológico. Reitero, el Hijo en definitiva, no es Dios realmente - este es el triste resultado de la ecuación modalista.
La respuesta a la pregunta de Bernard (¿Por qué la blasfemia contra el Hijo es perdonada pero contra el Espíritu Santo no?) es que Jesucristo estaba presente entre los fariseos, haciendo milagros en el poder del Espíritu Santo, y estos fariseos no negaron que Jesús estaba echando demonios, sino aun peor, decían que lo hacía en el poder de Satanás. Como vemos, el rechazo es radical y virulento, sobre todo teniendo en cuenta que la teología rabínica establecía que para quitar un demonio había que saber quién era el demonio y entablar contacto con él. Según la tradición, el único que podía hacer tal cosa sería el Mesías. Teniéndole frente a sus ojos le negaron, le rechazaron, y lo acusaron de ser un instrumento de Satanás. La blasfemia contra el Hijo, fue, es y siempre será, el rechazarlo como Señor y Salvador, y ésta es cometida infinidad de veces aun hoy en día. Sin embargo, no bien el incrédulo se arrepiente, la blasfemia es perdonada. En el siglo venidero, el milenio (y comprendo que se puede discrepar en escatología entre cristianos), tendremos a Cristo reinando personalmente en la tierra en el poder del Espíritu Santo. Aun así, teniéndolo frente a sus ojos de la misma forma que los fariseos lo tuvieron, algunos le rechazarán causando de esa forma su propia ruina - es en este sentido que cometerán la blasfemia suprema que no será perdonada, la Blasfemia contra el Espíritu Santo.
El intento de Bernard de usar el pasaje para atacar la Trinidad es totalmente absurdo, ya que el pasaje, por el contrario, establece una pluralidad de personas en la Deidad, i.e., apoya la Trinidad.
[1]. "El Padre es Dios mismo - Dios en toda su Deidad. Cuando hablamos del Espíritu eterno de Dios, nos referimos a Dios mismo, el Padre" [Bernard, The Oneness of God, p. 98].
22) Si el Espíritu Santo es un miembro coigual de la trinidad, ¿por qué siempre habla la Biblia de El como enviado del Padre o de Jesús? (Juan 14:26; 15:26).
Aquí Bernard parece haber tenido un lapsus mentalis, ya que la pregunta que plantea bien pudo haber venido de otro campo herético como lo es el arriano. En primer lugar, debemos dejar en claro que el hecho de que el Espíritu Santo sea enviado, no necesariamente indica que recibe órdenes, sino que más bien es enviado en referencia a la relación que va a tener con los creyentes de ahí en adelante.
Aun si estos pasajes implicaran sujeción, no significan inferioridad. Es evidente que Bernard ignora nuevamente el aspecto económico - funcional o jerárquico en la Trinidad. En la pregunta, Bernard implica que estar subordinado o sujeto a alguien implica inferioridad en naturaleza. Siguiendo la misma lógica de Bernard podemos concluir equivocadamente que un hijo es inferior a su padre. Pero subordinación dentro de la Trinidad es perfectamente compatible con la equivalencia ontológica (de naturaleza o esencia) de las tres Personas de la Deidad.
El hecho, por ejemplo, de que Jesucristo esté sujeto al Padre (aun hoy lo está) no quiere decir que es inferior en naturaleza. Cuando pensamos así rechazamos la clara enseñanza de la Escritura y además dejamos ver de parte nuestra una actitud errónea con respecto a lo que es autoridad y sujeción. Suponemos que porque alguien está por encima debe ser mejor en algún sentido. Pero las tres personas de la Trinidad evidentemente no piensan de esa forma. Cada una de las tres se deleita en glorificar a las otras. El Hijo quiere ser glorificado por el Padre para poder traer más gloria al Padre (Juan 17:1). El Espíritu Santo vino con el solo y específico propósito de glorificar al Hijo (Juan 16:14). El Padre exalta a Jesús delante del mundo y le da un nombre que es sobre todo nombre (Fil. 2: 9-11), y esto a su vez trae gloria al Padre - [para gloria de Dios Padre]. No hay competencia por gloria entre las personas de la Trinidad. Por el contrario, están trabajando siempre arduamente a fin de darse gloria entre ellos.
Por último, señalemos la tremenda contradicción en la que cae Bernard al plantear la pregunta. Bernard enseña que el Espíritu Santo es simplemente Dios [el Padre] (Oneness of God, p. 128), y si es así, ¿cómo puede enviarse a sí mismo? En realidad, el hecho de que la Biblia indica que el Espíritu Santo es enviado, indica que es una persona diferente a aquellos que lo envían, el Padre y Jesús (Juan 15:26). Una vez más, Bernard se pega un tiro en el pie, ya que el pasaje que usa confirma la doctrina de la Trinidad.
23)¿Sabe el Padre algo que el Espíritu Santo no sabe? Si así es, ¿cómo pueden ellos ser coiguales? Solo el Padre sabe el día y la hora de la segunda venida de Cristo (Marcos 13:32).
La desesperación de Bernard se manifiesta a medida que la lista de preguntas llega al final. En esta ocasión toma ventaja de un pasaje donde Jesucristo dice que nadie sabe, ni aun los ángeles, el día y la hora de la segunda venida de Cristo, excepto el Padre.
Bernard usa esto para 1) Desestabilizar la doctrina de la Trinidad, la cual propone que las tres Personas de la Deidad son omniscientes, y 2) "probar" que el Espíritu Santo no es mencionado porque en realidad es otro nombre para el Padre, tal como enseñan los unicitarios.
Con respecto a que Jesucristo no conoce la hora de su propia venida, suficiente es mencionar lo dicho antes. Durante su estadía aquí en la tierra, Jesús limitó el uso pleno de sus atributos de Deidad. Luego de su resurrección, sin embargo, cuando preguntó a Pedro "¿me amas?", éste finalmente le contesta: "Señor, tú lo sabes todo" (Juan 21:15), Jesucristo no lo contradice, admitiendo de esa manera su omnisciencia, un atributo perteneciente a Dios solamente.
Una vez resucitado, las limitaciones autoimpuestas desaparecen, su Deidad ya no está encubierta y su humillación llega a un final. Todos sus atributos son ejercidos a plenitud, los mismos atributos que tuvo que velar por un tiempo durante su ministerio aquí en la tierra, pero que sin embargo se traslucieron y pudieron ser apreciados por los que convivieron con él.
Ahora bien, ¿qué podemos decir respecto al Espíritu Santo? Cuando Jesucristo dice que nadie sabe del día y la hora, ¿está incluido el Espíritu Santo en ese "nadie"?
En primer lugar, cuando aplicamos el principio hermenéutico que dice que la Escritura interpreta la Escritura, encontramos que ésta sí presenta al Espíritu Santo como omnisciente en el contexto general. Y naturalmente, lo presenta como Dios - una exposición de los pasajes al respecto está fuera del alcance de este trabajo, por lo que motivamos al lector a realizar su propia investigación. Tomando en cuenta lo anterior, es evidente que Jesucristo no pudo haber incluido al Espíritu Santo en el radio de alcance de la palabra "nadie." Respecto a esta proposición, los eruditos toman diferentes posiciones para interpretar el verso:
  1. Es posible que el Espíritu Santo haya, voluntariamente, al igual que la segunda Persona de la Trinidad, sufrido una kenosis (un vaciamiento) que lo llevó a no ejercer uso pleno de sus atributos durante el tiempo que estuvo ministrando aquí en la tierra junto con Jesucristo. De la misma forma que Cristo tuvo que velar su gloria a los efectos de que los hombres y el mundo material no fueran destruidos con su mera presencia, lo mismo hizo el Espíritu Santo.
  2. Teniendo en cuenta 1 Corintios 2:10 -11, donde se nos dice que:
    1. El Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios (reclamo de omnisciencia).
    2. El espíritu del hombre conoce las cosas del hombre, así como las cosas de Dios son conocidas por el Espíritu de Dios.
    Se concluye que el Espíritu Santo está incluido implícitamente en la mención del Padre en Marcos 13:32.
  3. Jesucristo no menciona al Espíritu Santo ya que los discípulos aun no tenían un concepto claro y definido de su ministerio. Esto sería coherente con el principio bíblico de Revelación Progresiva. Los escritos de los apóstoles traerían nueva información o revelación acerca del Espíritu Santo así como lo hacen en diversos temas.
  4. Ha sido acertadamente señalado que el término "nadie" (al igual que "ninguno") puede ser usado en sentido limitado como en esta descripción de Jesús, por ejemplo: "Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas, y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo (Ap. 19:12)." Es obvio que Juan no está diciendo que el Padre no conocía este nombre, ya que en la misma apertura de Apocalipsis se nos dice que todo el libro es la revelación de Jesucristo que el mismo Padre le dio (Ap. 1:1).
Personalmente nos inclinamos hacia la opción número 2, sobre todo cuando la reenforzamos con el Salmo 139:7: "¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?" El paralelismo en el idioma hebreo es rotundo en cuanto a que doquiera Dios esté presente, el Espíritu está presente. No podemos escaparnos de Dios y no podemos escaparnos del Espíritu. Esto significa que ambos son omnipresentes, y como la omnipresencia de Dios está ligada con su omnisciencia (v. 6), y teniendo en cuenta que si uno de los dos tiene un atributo "omni", por definición los tiene todos, concluimos que lo que sabe el Padre, lo sabe el Espíritu.
Como hemos demostrado, el pasaje citado por Bernard no prueba que Cristo no es Dios, ni tampoco que el Espíritu Santo es la misma persona que el Padre, algo que Bernard quiso probar. En realidad, da lástima que los unicitarios usen un pasajen como éste, que también es usado por los Testigos de Jehová y los musulmanes para probar que Cristo no es Dios. Bernard y los unicitarios en general no están en buena compañía.
24) Hizo la trinidad el Antiguo y el Nuevo pacto? Sabemos que Jehová lo hizo (Jeremías 31:31-34; Hebreos 8:7-13). Si Jehová es una trinidad, entonces el Padre, el Hijo y el Espíritu todos tuvieron que morir para hacer eficaz el nuevo pacto (Hebreos 9:16,17).
Por enésima vez, Bernard cae en la falacia de categoría al no reconocer la Trinidad soteriológica, donde las 3 Personas de la Trinidad distribuyen sus roles en el plan de Salvación. En la teología cristiana el Padre planifica, el Hijo lleva a cabo el plan y el Espíritu realiza la aplicación. Puesto de otra forma, en el plan de Salvación el Padre escoge, el Hijo redime (con su muerte), y el Espíritu Santo sella (Efe. 1).
La suposición errónea de Bernard de que el Padre y el Espíritu Santo también tuvieron que morir para hacer eficaz el nuevo pacto, raya en el absurdo y contradice todo el mensaje de la Escritura. El sacrificio de Cristo fue suficiente ya que en él habita toda la plenitud de la Deidad, no una parte de la Deidad (Col. 2:9). Bernard continúa viendo y entendiendo la Trinidad como tres seres separados, lo que es obviamente un error. Fue Jesucristo el que se hizo carne, o sea, el que tomó una naturaleza humana y murió por nosotros. El Padre y el Espíritu son espíritu, y como tal no tienen carne y hueso, ni sangre para derramar.
Finalmente, digamos que Bernard comete otra vez la falacia del círculo vicioso al partir de la premisa de que Jehová en el Antiguo Testamento es una sola persona, específicamente el Padre. Ignora, además, la evidencia del Antiguo Testamento por 3 personas llamadas Jehová (ver: "¿Es Jesús Dios en realidad? Jesucristo en el Antiguo Testamento").
25) Si el Espíritu procede del Padre, ¿es el Espíritu también un hijo del Padre?. Si no, ¿por qué no?. 26) Si el Espíritu procede del Hijo, ¿es el Espíritu el nieto del Padre?. Si no, ¿por qué no?
Estas dos últimas preguntas no merecen ser contestadas por su absoluto infantilismo y carencia de seriedad. Es increíble que alguien llegue tan bajo como para trivializar la naturaleza de Dios al grado de satirizarla. O quizá es la ignorancia total del hombre sin el Espíritu De Dios, sumada a la ignorancia académica, la que lleva a no entender el significado de las palabras y los conceptos en el contexto bíblico.
En primer lugar es necesario explicar porqué la Segunda Persona de la Trinidad recibe el nombre de HIJO, no fue porque nació en determinado momento, sino porque Dios se reveló en determinado contexto histórico, cultural y lingüístico, específicamente al pueblo judío.
Significado de "Hijo" en la cultura judía:
  1. En muchos casos, en la Biblia, "hijo" significa uno que posee la misma naturaleza de algo o de alguien, ya sea literal o figuradamente. Ejemplos: Hijo de Dios, hijos del trueno, hijos de desobediencia, hijos de los profetas, hijos de los cantores, etc.
  2. Generalmente, cuando "hijo de" se usa con relación a una persona (hijo de hombre, hijo de Abraham, hijo de David, etc.) el hijo o el descendiente posee la misma naturaleza del padre.
  3. Es obvio que Jesús no es el Hijo literal de Dios - No fue engendrado físicamente por el Padre.
¿En qué sentido es Jesús el Hijo de Dios?
  1. En cambio, Jesús es claramente el Hijo de Dios en un sentido especial o único (monogenes=unigénito = mejor traducción: único) y un sentido de preeminencia (Jesús es el único que llena los requisitos para llevar ese título, Hijo de Dios).
  2. Las Escrituras son explícitas en cuando que el Hijo posee la esencia o la naturaleza de Dios: auto-existente, inmutable, eterno, omnipresente, omnisciente, incomprensible en su totalidad. (ver Bowman, F., p 5)
  3. Los judíos sabían que Hijo de Dios era equivalente a Dios y procuraban matarlo por la supuesta blasfemia. Juan 5:17-23; 8:58-59; 10:30-39; 19:7; Mat. 26:63-65.
  4. Jesús es el Hijo de Dios (igual a Dios) - no es la creación de Dios, o un siervo de Dios, o la palabra de Dios en el sentido literal que le quieren dar algunos. Es el Hijo de Dios que se humilló a sí mismo para nuestra salvación y para Gloria del Padre - Juan 13:13-15; 17:4; Fil. 2:6-11; Heb. 1:4-13; 3:1-6; 5:8; etc.
Es nuestra opinión que las preguntas con sesgo irónico de Bernard no sólo trivializan la importancia de la obra salvífica que cumple el Hijo en el plan de Dios, sino que además sustraen la propia gloria de la persona de Cristo y revelan su falta de conocimiento etimológico.
En segundo lugar, ¿está Bernard colgado del término "proceder"? ¿Acaso Bernard piensa que la palabra "proceder" es sinónimo de "nacer"? Cuando Jesucristo dijo que él procedía del Padre (Juan 7:29), ¿quiso decir que nació del Padre? El mismo versículo contesta la pregunta. Jesucristo afirma que el Padre le envió: "Pero yo le conozco, porque de él procedo, y él me envió." Esta es otra afirmación de que Jesucristo fue pre-existente antes de nacer del vientre de María, y por partida doble, el pasaje y su contexto identifica dos personas distintas, el Padre y el Hijo.
La palabra proceder (ekporeuomai) significa "salir de, emanar, fluir, derivar, venir", pero en ninguna manera conlleva la connotación de "hijo". Jesús es llamado el Hijo de Dios o Dios Hijo, por el hecho de que posee la misma naturaleza o esencia de Dios. En la cultura judía, "hijo" significa uno que posee la misma naturaleza de algo o de alguien, ya sea literal o figuradamente. Ejemplos: Hijo de Dios, hijos del trueno, hijos de desobediencia, hijos de los profetas, hijos de los cantores, etc.
La misma palabra griega es usada en Juan 15:26 en referencia al Espíritu Santo: "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí." Ahora, ¿en qué se basa Bernard para decir que porque el Espíritu Santo procede del Padre, al igual que Jesús, el Espíritu debe ser también llamado o considerado "hijo" o "nieto"?
Es por ello que los padres de la Iglesia volvieron a usar la misma palabra ekporeuomai (proceder) cuando tuvieron que formular los credos para refutar falsas doctrinas sobre la naturaleza de Dios como la modalista y otras. Veamos el Credo Atanasiano:
El Padre, por nadie fue hecho ni creado ni engendrado. El Hijo fue por solo el Padre, no hecho ni creado, sino engendrado. El Espíritu Santo, del Padre y del Hijo, no fue hecho ni creado, sino que procede. Hay, consiguientemente, un solo Padre, no tres padres; un solo Hijo, no tres hijos; un solo Espíritu Santo, no tres espíritus santos; y en esta Trinidad, nada es antes ni después, nada mayor o menor, sino que las tres personas son entre sí coeternas y coiguales, de suerte que, como antes se ha dicho, en todo hay que venerar lo mismo la unidad de la Trinidad que la Trinidad en la unidad.
Observemos también una frase en el Credo Niceno:
Creemos en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Lo anterior explica que el Espíritu Santo, que posee la misma naturaleza del Padre y el Hijo - es Dios mismo, no un nieto del Padre, ni un hijo del Hijo, como intenta ridiculizar Bernard.
Las analogías de Bernard son inválidas.
Conclusión:
Las preguntas de Bernard dejan en evidencia su deshonestidad intelectual, ya que exponen su búsqueda desesperada de pasajes bíblicos a los cuales retorcer para que digan algo que realmente no dicen. Los unicitarios violan toda regla hermenéutica, de gramática, linguística y sintasis, ni qué decir de la lógica, para predicar la doctrina descabellada de un Mesías en el cual la naturaleza humana le ora a la divina, donde nadie puede explicar cómo puede estar a la diestra del Padre si él es el Padre, o puede ser el que envía y el enviado, el que ora y al que se le ora, el sacrificio y el que recibe el sacrificio, etc. etc. etc. ad infinitum. El dios del modalismo con sus máscaras y disfraces, con sus actos de ventrilocuismo y sus artes de hipnotismo de masas, queda reducido a la estatura de un comediante de tercera categoría.

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